Por Clara Bravo
3 de marzo de 2025Siempre he sido una mujer que ha luchado por su libertad y, por tanto, no soy partidaria de prohibir. Sin embargo, hay algunas actividades que no tienen ninguna restricción pero pueden ser muy peligrosas. Por las redes aparecen personas que tienen decenas de miles de seguidores y se autoproclaman, o los llamamos, influencers. Los hay que te aconsejan cómo debes llevar de corta la falda para darle un disgusto a tu madre, o te recomiendan un maquillaje que sólo te pondrías en algún acto de Carnaval debidamente anunciado, o expertos en restaurantes que te recomiendan aquellos donde no les cobraron la cuenta, y les dieron mucha coba. Respeto a todo el mundo, y cada uno trata de ganarse la vida como puede… hasta que llegamos a asuntos delicados como la salud.
Influencers que tienen los mismos conocimientos de medicina y farmacia que las que yo poseo sobre astronomía cuántica, aconsejan sobre dietas, procedimientos para adelgazar e incluso productos farmacéuticos, que se pueden adquirir sin receta, pero cuyo abuso puede provocar trastornos graves en nuestros organismo.
Creo que los colegios de Farmacia y de Medicina deberían tomar alguna iniciativa sobre este intrusismo, no por el intrusismo en sí, sino porque la ignorancia, manejada por una persona que influye sobre los demás, puede provocar trastornos graves.