Por Juan Abarca, presidente de IDIS
23 de junio de 2025Esta semana que ha acabado es la última en la que ocuparé el cargo de Presidente de la Fundación IDIS tras 6 años de mandato.
El IDIS nació hace 15 años con el propósito de poner en valor la aportación del sector sanitario privado a nuestro sistema de Salud en una época en el que la crisis económica de entonces hizo que se dirigieran las miradas contra una inexistente “privatización” del SNS como excusa para justificar los recortes presupuestarios que se estaban produciendo.
Durante los años de inicio, en los que estuve de secretario general, impulsamos la institución y rápidamente -no tenía mucho mérito porque no había nada consistente en ese momento- a base de informes bien hechos, comunicados y notas de prensa conseguimos ser la entidad de referencia para todos y conseguimos poner al sector privado en su sitio.
Hace 6 años acepte el reto de asumir la Presidencia con la intención no ya destacar esa aportación del sector privado, dado que ya se había conseguido y sin lugar a dudas la pandemia de la Covid reafirmó, con la atención que dispensamos a millones de pacientes peleando contra el virus codo con codo con el SNS, si no con la intención de tratar de empujar para tener el mejor sistema sanitario para todos y de que éste estuviera en la mira de la prensa general y en la sociedad al ser un elemento básico para nuestro estado bienestar y para nuestro tejido económico y empresarial. Había que salir de la zona de confort.
El razonamiento es muy lógico: tener el mejor sistema sanitario que nos podamos permitir es lo mejor, primero para los pacientes y segundo para todos los agentes que formamos parte de este sector.
Contratamos a una directora con amplia experiencia en el mundo asociativo de fuera del sector, Marta Villanueva Fernandez, que conformó un equipo fántastico y empezamos a empujar atrayendo a la Fundación a entidades sanitarias nuevas como las relacionadas con el sector sociosanitario, la salud mental o la bucodental y nos constituimos, ya no como la referencia para todo el sector privado si no como nodo aglutinador de todas las iniciativas operativas que podían ser de interés para el mismo, como por ejemplo la historia clínica interoperable o el espacio de datos sanitarios del sector privado.
Queda mucho por hacer y por avanzar para tratar de reformar nuestro sector hacia una complementariedad total entre la parte pública y privada. Garantizo que esa complementariedad, juntando las ventajas de ambas partes, sería la mayor garantía para tener el sistema sanitario más accesible, equitativo y garantista del mundo pero quedan muchas barreras absurdas que impiden que sea asi.
Desde aquí sólo quiero dar las gracias a todos los que confiaron en mi estos años y pedirles que confíen en los que siguen por que el propósito, DISI a la reforma sanitaria, continua.
Yo seguiré con mi “activismo político sanitario” allá donde este aunque ahora con algo más de tiempo para hacer otras cosas.