
Por Peter BABEL
26 de diciembre de 2025No creo que los villancicos sean portadores de un virus y, por eso, las bajas laborales, en Navidad, casi se cuadrupliquen. Está la gripe, claro, y el catarro, y otros factores, pero la Cofradía de Mal Pensados, a la que pertenezco, sospecha que puede haber un porcentaje de trabajadores y profesionales que sean algo flojos ante el frío, o se sientan muy cansados para regresar a la fragua, en cuanto se termine el fin de semana… o los efectos del alcohol sobre el control psicomotriz atrofien la movilidad y aumenten las caídas inapropiadas.
Ya sé que, en España, en cuanto manifiestas algunas sospecha sobre la honestidad del trabajador, te tachan de capitalista, millonario, patrón al paredón, y otros suaves adjetivos, pero como no soy rico, y las bajas laborales, en Navidad, las sufro, supliendo el trabajado de mis ausentes compañeros, mi conclusión vanidosa podría ser que soy el más fuerte y con mayor salud de mis empresa, o bien, que algunos de mis colegas de curro se aprovechan un poco del calendario. No sé…
Lo que sí sé es que lo más parecido a un empresario indecente, es un trabajador indecente, un veterinario indecente… etcétera.
Y me gustan las Navidades. Pero nunca me ha gustado que me tomen el pelo en ninguna fecha del año.