Paris, lo siento, pero es imposible

Pierre-Simon Laplace fue un matemático y físico francés que vivió a caballo entre los siglos XVIII y XIX. Sus contribuciones en el campo de la ciencia fueron numerosas y variadas, pero quizás por la que más se le recuerda es por sus investigaciones de las probabilidades.

Laplace estudió los experimentos aleatorios y definió la probabilidad de un suceso A como el cociente entre el número de resultados favorables a que ocurra el suceso A y el número de resultados posibles del experimento. En Román paladino, la probabilidad de que en una gestación naca una niña es 1 (el sexo femenino) dividido entre 2 (las posibilidades): 0,5.

Si queremos calcular la probabilidad de que, en dos gestaciones consecutivas, en donde los eventos son totalmente independientes, nazcan dos niñas debemos multiplicar 0.5 –la probabilidad del primer embarazo- por 0.5 –la probabilidad del segundo embarazo-, es decir, 0,25.

Para calcular la probabilidad de que ocurra lo mismo en diez embarazos seguidos se debe multiplicar diez veces 0.5 por sí mismo, lo cual arroja un resultado de 0.09765625. Cifra que se reduce a 0.00000095367.

¿A dónde queremos llegar? La empresaria Paris Hilton ha confesado recientemente que tiene veinte embriones congelados (criopreservados) y que todos ellos son niños, como el deseo de ella es una hija ha decidido no descongelarlos.

La verdad es que cuesta mucho creer que el sexo de los bebes sea el único motivo por el que Paris Hilton no haya decidido descongelar los embriones, muy probablemente haya otras motivaciones de selección genética y que no quiere reconocer públicamente. O eso, o que Paris Hilton, como dijo en cierta ocasión Ernest Hemingway cuando jugó a la ruleta rusa con una pistola, no cree en las matemáticas.

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