Por Gema Puerto
22 de agosto de 2022Si a alguien le rompen el corazón se piensa que ha sufrido un desengaño amoroso, pero si se habla en términos médicos se refiere a una afección cardíaca provocada por dolores repentinos y opresivos en el pecho que van acompañados de falta de aire, sudoración, náuseas y vómitos. Este síndrome provoca una disminución del flujo sanguíneo en las arterias del corazón y afecta solo a una parte de este órgano, a diferencia del infarto agudo de miocardio, que produce una obstrucción total o casi total de una arteria coronaria.
El síndrome de la miocardiopatía de Takotsubo es relativamente raro, pero la ciencia ha comprobado que esta miocardiopatía suele estar precedida por experiencias vitales estresantes. Una muerte inesperada de un familiar, un diagnóstico médico de mal pronóstico, un divorcio o una experiencia dolorosa son algunas de ellas, aunque también se ha dado en casos de emociones placenteras, como que a alguien le toque la lotería.
Como explica Iñaki Lekuona, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Vizcaya, “también la pandemia hace sospechar de un aumento de casos de la miocardiopatía de Takotsubo con la infección de la Covid, la incertidumbre de exponerse al miedo, al contagio o el aislamiento prolongado”.
Esta afección en pocas ocasiones puede causar la muerte y la mayoría de las personas que la sufren se recuperan con un tratamiento adecuado “tras la pauta farmacológica basada en fármacos que bloqueen la acción de la adrenalina”, explica Lekuona.
El riesgo de sufrir un infarto se incrementa con el
fallecimiento de un ser querido
Según investigadores de la Universidad de
Harvard, el riesgo de sufrir un infarto se multiplica por 21 tras las primeras
24 horas de la muerte de un ser querido. Este
diagnóstico además puede verse incrementado si las personas que lo padecen
tienen la presión arterial alta, diabetes, colesterol elevado y consumo de
tabaco.