Nutrir el cerebro para envejecer mejor

El médico Santiago Ramón y Cajal ya lo dijo: “todo ser humano puede, si se lo propone, ser el escultor de su propio cerebro”. Gracias a la neuroplasticidad o plasticidad cerebral, es decir, la capacidad de adaptación y de desarrollo que tiene nuestro cerebro, éste puede recuperarse y adaptarse a las nuevas situaciones, además de generar neuronas y conexiones cerebrales hasta pasados los 80 años.

Para cuidar el complejo órgano del cerebro, que contiene más de cien mil millones de neuronas, hay que entrenarlo y ejercitarlo a lo largo de nuestra vida.  Las premisas pasan por realizar distintas rutinas cerebrales que, cómo los ejercicios en el deporte ayuden a fortalecerlo. Así lo explica Rosa Molina, psiquiatra en el Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid.

 

Rutinas para el cerebro
El cerebro es moldeable como un plástico, y como tal, tenemos la capacidad de modificarlo. De acuerdo con los expertos, existen una serie de rutinas que pueden ayudar a prolongar su vida:

-Salir más y relacionarnos. Necesitamos al otro para desarrollarnos y “nuestra mente se construye con la interacción de otras mentes, aprendiendo, y regulándose en la relación con los otros desde que somos pequeños”, explica la doctora Molina. Al socializar, sin darnos cuenta, ponemos a funcionar muchas habilidades cognitivas.

-Practicar actividad física. El ejercicio actúa como un elixir rejuvenecedor para el cerebro por varias razones: por un lado, recupera conexiones que permanecían perdidas y, por otro, hace que el cerebro sea menos rígido, lo que favorece la creación de nuevas conexiones neuronales.

-Disfrutar de actividades intelectuales y nuevas que permitan estimular el cerebro. Desde la Fundación Pasqual Maragall recomiendan la lectura, los juegos de mesa como el ajedrez u otros que tengan que ver con el cálculo y la memoria. Todo aquello que “implique aprender y adquirir nuevos conocimientos para favorecer y mejorar la actividad cognitiva, ya sea dando clases de cocina, aprendiendo un idioma o un instrumento musical”.

-Seguir una dieta mediterránea que incluya alimentos como el aceite de oliva virgen extra, fruta, verdura o pescado, y dejar fuera alimentos procesados y azúcares. Además, dejar el tabaco y el alcohol ayudan a mantener sano el cerebro.

-Practicar ejercicio de manera regular, a cualquier edad, incrementa los años de vida y puede contribuir a prevenir la aparición de enfermedades como el Alzheimer. En este sentido, los especialistas de la Fundación Pasquall Maragall recomienda “hacer un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física moderada, siempre adaptándolos a nuestra condición física y a nuestros gustos, con el fin de no abandonar estos hábitos”.

-Dormir bien. Mientras dormimos, se eliminan productos tóxicos del cerebro como la proteína beta amiloide que se acumula durante el día. La psiquiatra Molina explica que “es muy importante descansar por la noche porque es cuando consolidamos y escenificamos lo vivido por el día”. Como decía el autor especialista en investigación del sueño Hobson, “el sueño es un espacio virtual donde ensayamos nuestra realidad”.

-Por último, los expertos recomiendan disminuir el estrés, querer más al prójimo, tener más sentido del humor y ser más flexibles evitando pensamientos negativos y tóxicos para aumentar la resiliencia mental.

Todas estas pequeñas prácticas nos ayudarán a cuidarnos física y mentalmente y prevenir enfermedades como la depresión o el alzhéimer aumentando la esperanza de vida.

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