Por Andrea Rivero
22 de septiembre de 2022En España hay cerca de 32 millones de vehículos, de acuerdo con los datos de la Dirección General de Tráfico, lo que implica que millones de partículas contaminantes se desprendan a la atmósfera y a nuestros pulmones. Es más, cada año la contaminación del aire causa unas siete millones de muertes prematuras, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde hace años el Gobierno busca fomentar el uso del transporte público, la bicicleta o de vehículos eléctricos que no acentúen lo que es ya un grave problema, la contaminación del aire. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, el transporte es el responsable de alrededor del 25% de las emisiones de dióxido de carbono.
Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) subrayan que un 36% de las muertes por cáncer de pulmón están asociadas a la contaminación ambiental, o lo que es lo mismo, 265.000 muertes anuales. “La contaminación atmosférica en las ciudades proviene principalmente del tráfico. Estos contaminantes que van a la atmósfera son dióxidos nitrosos fundamentalmente y, en zonas más soleadas, se puede producir un contaminante secundario por reacción de los óxidos nitrosos con la luz solar”, explica la neumóloga Cristina Martínez a Medicina Responsable.
Pero la salud respiratoria no es la única que se ve afectada. La OMS indica que la contaminación del aire puede tener diversos resultados adversos para la salud, desde enfermedades cardiacas hasta accidentes cerebrovasculares. Para intentar reducir estos problemas, desde la organización instan a implantar medidas como la priorización del transporte urbano, habilitar sendas peatonales y carriles bici en las ciudades, utilizar vehículos pesados de motor diésel más limpios o impulsar vehículos y combustibles de bajas emisiones.
Cómo evitar los efectos de la contaminación
La doctora Martínez apuesta porque los pacientes que sufren enfermedades crónicas respiratorias tomen medidas como “usar mascarillas ahora que están en nuestra vida diaria, ya que sería ideal para protegerse”.
Pero no hay que olvidar que las personas sin padecimientos previos también perciben la contaminación, sobre todo los grupos vulnerables como niños y ancianos. Según la neumóloga, “se recomienda que los niños no jueguen en parques que estén cerca de carreteras con un alto índice de tráfico. También debería evitarse hacer ejercicio al aire libre ya que se respira un mayor número de veces por minuto y, por lo tanto, se introduce más aire y más contaminantes”.
Los niveles de contaminación en España han ido mejorando año tras año, pero el camino por recorrer todavía es largo, ya que en 2020 casi un 90% de los españoles respiró aire contaminado.