Por Julia Porras
15 de marzo de 2022“El 20% de los pacientes con patologías renales que se infectaron de la Covid-19 fallecieron”. Esa es la fulminante frase con la que Juan Francisco Pulido, presidente de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), comenzó su discurso en el marco del Día Mundial del Riñón.
Pulido aseguró además que “los enfermos renales fueron el segundo grupo de población con más muertes durante la pandemia, solo por detrás de los fallecidos en residencias de mayores”. Cifras apabullantes que arrojan un desconocido aspecto de la pandemia y de estos enfermos, que parecen olvidados en la vorágine del virus.
Los pacientes renales son inmunodeprimidos por la medicación que tienen que inyectarse a diario, así que la pandemia ha afectado mucho más a esta población. A esto hay que añadir que, durante el confinamiento, los pacientes renales tuvieron que seguir acudiendo a diálisis diariamente, con lo que se convirtieron en un foco de contagio y de infección, al tener que subir a una ambulancia, ir a un hospital y estar allí durante un tiempo. “Los enfermos renales no pudieron hacer el confinamiento como la mayoría de la población”, afirma Pulido.
Por esta razón, los enfermos renales se vacunaron antes que el resto de la población a petición, sobre todo, de las Asociaciones, porque son pacientes inmunodeprimidos, no solo los trasplantados, sino todos los pacientes que llevan diálisis y otros tratamientos.
El director de la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra Enfermedades del Riñón (ALCER), Juan Carlos Julián Mauro, aseguró además que “el propio Covid produce enfermedad renal aguda y, “en algunos casos puede convertirse en crónica”.