Por Gema Puerto
10 de junio de 2022La violencia verbal y física es la espada de Damocles de la profesión enfermera. Como ha asegurado el Coordinador del Observatorio de Enfermería, Diego Ayuso, a Medicina Responsable “las agresiones físicas a las enfermeras han aumentado un 30%, mientras que las agresiones verbales a los mismos profesionales han aumentado un 70% en el año 2021”.
“Detrás de este problema”, añade Ayuso, “está la escasez de enfermeros y la precaria situación que vive la sanidad. En nuestro país solo hay 5,9 enfermeras por 1.000 habitantes mientras que en Europa hay 8,8 enfermeras por 1.000 habitantes.”
Como asegura Unidad Enfermera, que reúne a las principales organizaciones y sociedades que representan a las 325.000 enfermeras de nuestro país, ocho de cada diez enfermeras en nuestro país han sufrido algún tipo de agresión, ya sea física (empujones, puñetazos…) o verbal (amenazas, insultos, vejaciones…) a lo largo de su trayectoria profesional.
Para el Observatorio de Enfermería “las agresiones se producen cuando los pacientes ven que no se cumplen las expectativas de asistencia y cuando hay demora asistencial”, y sí hay que distinguir entre centros privados o públicos. “Los de la sanidad pública son los que más agresiones reciben quizás porque también son más numerosos”.
Con el fin de poder disminuir este tipo de conductas contra el colectivo enfermero, la Unidad Enfermera hace un llamamiento para que los profesionales de enfermería denuncien ante la Guardia Civil o la Policía cualquier episodio de violencia sufrida durante su ejercicio profesional.