Por Lucía de Mingo
9 de mayo de 2022Poco a poco nos vamos familiarizando con términos como el ARN mensajero. Ahora entra en juego el ARN interferente (ARNi), en este caso, en el campo de la medicina cardiovascular, a través de una terapia con el fármaco inclisiran.
Esta ha sido capaz de disminuir los niveles del llamado “colesterol malo” a la mitad, en concreto al 52,3%. Y es que este medicamento inyectable actúa impidiendo la formación de la proteína PCSK9, presente en la sangre y con un papel importante en la regulación del metabolismo del colesterol.
En el estudio, publicado en The New England Journal Medicine, se incluyeron dos ensayos a pacientes con enfermedad cardiovascular aterosclerótica. Esta no es más que la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias dentro de las arterias y sobre sus paredes. Puede afectar a la mayoría de las arterias del cuerpo, incluidas las arterias del corazón, del cerebro, de los brazos… La formación y acumulación de esta placa estrecha las arterias, reduciéndose así el suministro de sangre con un alto contenido de oxígeno a los tejidos de los órganos vitales del cuerpo.
Los pacientes tenían niveles elevados de colesterol LDL, producto de esta afección, y recibieron las dosis correspondientes del tratamiento o placebo al azar. Se les administró vía subcutánea el día 1, el día 90 de tratamiento y, a partir de ahí, cada seis meses durante un período de 540 días.
Así, se ha dado con la posible clave para prevenir enfermedades cardiovasculares, muy ligadas a la hipercolesterolemia. Y es que la incidencia de infartos de miocardio, las anginas de pecho o los ictus puede verse reducida notablemente gracias a este hallazgo.
Conseguir reducir el colesterol a través del fármaco de Novartis abre un horizonte esperanzador para reducir las muertes por este tipo de enfermedades cardiovasculares. Hay que tener en cuenta que son la principal causa de muerte en el mundo y que, según la OMS, se cobran cerca de 18 millones de vidas al año.