Por Lucía de Mingo
17 de mayo de 2022Por primera vez se ha logrado con éxito la fabricación de un producto de terapia avanzada, totalmente biológico y adaptado a cada paciente, a través de un implante venoso. Para ello, se ha partido de un segmento de vena femoral procedente de un donante fallecido.
Cogiendo como base este segmento, se eliminaron todas las células del donante y se sustituyeron por componentes de la sangre del propio paciente implantado. De esta forma, se obtuvo un fragmento personalizado, con una válvula funcional, que se colocó mediante cirugía en el cuerpo del paciente afectado de insuficiencia venosa crónica grave, reemplazando parte de la vena femoral defectuosa.
La insuficiencia venosa
crónica grave
Conocida comúnmente como IVC, esta
enfermedad está causada por un fallo en las válvulas de las grandes venas de
las piernas que ayudan a la correcta circulación sanguínea. Esta insuficiencia
valvular provoca una enfermedad crónica cuyos síntomas van desde la pesadez e
hinchazón de los miembros inferiores hasta la aparición de úlceras abiertas.
Los síntomas de la IVC afectan en torno al 30% de los adultos españoles, según los datos del Capítulo Español de Flebología. Es decir, en nuestro país cerca de 15 millones de personas la padecerían, aunque se estima que un 60% no están diagnosticadas.
Esta nueva técnica de “fabricación de venas personalizadas” podría ofrecer una alternativa terapéutica a pacientes gravemente afectados, mejorando su calidad de vida. Además, al llevar células del propio paciente, se evitan los problemas de rechazo que a veces se producen en los trasplantes.
La sanidad pública andaluza se ha sumado así un nuevo hito en el ámbito de las terapias avanzadas. Esta intervención, pionera en el mundo, se enmarca en un ensayo clínico promovido por la empresa sueca VERIGRAFT IBERIA, bajo la coordinación de la Red Andaluza de Diseño y Traslación de Terapias Avanzadas (RAdytTA) de la Fundación Progreso y Salud.
Este innovador avance es fruto del ensayo clínico denominado “Estudio abierto en fase I, primero en humanos, para evaluar la viabilidad y seguridad de venas de ingeniería tisular en pacientes con insuficiencia venosa crónica (TECVI-1)”.
Así se convierte en el primer ensayo en personas en el que se implanta este tipo de vena personalizada. Éste, que se encuentra en fase I en España, recibió la autorización de la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios en diciembre de 2020 e implicará la participación de 15 pacientes que se reclutarán en su totalidad en los hospitales andaluces participantes en el ensayo.