Por Lucía de Mingo
13 de mayo de 2022El SIDS (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante) afecta aproximadamente a uno de cada 1.000 nacimientos. Se establece como causa del fallecimiento, de un niño menor de un año, cuando no se encuentra una explicación de por qué ha fallecido tras realizar una investigación exhaustiva. Es decir, después de realizar una autopsia completa, el examen de la escena de la muerte y la revisión de la historia clínica.
María Valverde Gómez, cardióloga especialista en enfermedades cardíacas hereditarias de Health in Code, sostiene que “el SIDS es el resultado de una combinación de condiciones biológicas, genéticas y ambientales”. Estas condiciones genéticas afectan al corazón y al sistema nervioso y pueden ser generadas por el propio niño o heredadas.
Además, supone una de las causas principales de mortalidad en los niños durante su primer año de vida en España y en el mundo desarrollado, indica Valverde. Durante la década de los 90, esta tasa de mortalidad disminuyó significativamente porque se llevaron a cabo las recomendaciones de las diferentes sociedades de pediatría.
Éstas eran relativas al sueño seguro de los bebés: acostarle boca abajo, ubicar la cuna en la habitación de los padres, emplear un colchón firme, evitar colocar elementos sueltos en la cuna (sábanas, mantas, edredones, almohadas o juguetes), no abrigarle demasiado…
No fumar ni beber durante el embarazo, la lactancia materna o el uso del chupete son también otras de las medidas que también reducen el riesgo. Sin embargo, en los últimos años esta tasa permanece estable, lo que refleja que todavía hay factores que no se han identificado.
Prevención a través
de test genéticos
Para identificar las causas genéticas de este síndrome
se han llevado a cabo estudios genéticos. “En alrededor de un 20% de los casos
de SIDS se identifica una mutación causal”, asevera el doctor Juan Pablo
Ochoa, director de Cardiología de Health in Code. “Esto evidencia la
importancia del estudio genético en estos casos, según lo reflejan también las
guías de prevención de muerte súbita”, asegura.
Para prevenir estas muertes inexplicables existen tratamientos y recomendaciones que disminuyen el riesgo. “La identificación de una variante patogénica asociada a la muerte súbita permite que las familias portadoras tengan toda la información posible a la hora de realizar una planificación familiar”, añade Ochoa.
Normalmente es el propio médico el que solicita el estudio para hallar cualquier tipo de cardiopatía hereditaria vinculada con arritmias ventriculares y la muerte súbita. Posteriormente se analizan los resultados para determinar cómo se actúa en cada caso. Este procedimiento se lleva a cabo también a través del análisis de la historia familiar y la evaluación clínica y genética de los familiares de primer grado.
En torno a uno de cada 10 casos de síndrome de muerte súbita del lactante se atribuye a causas determinadas. Entre ellas infecciones graves, accidentes o problemas previos no identificados como defectos en el corazón o trastorno pulmonar. No obstante, a día de hoy, siguen sin resolverse muchas de las incógnitas que sobrevuelan este síndrome que tantas preocupaciones provoca en los padres.