Por Gema Puerto
15 de marzo de 2022En la guerra de Rusia y Ucrania el enemigo no solo está en el frente. En este conflicto, además de las muertes, el éxodo y el hambre, hay otro adversario contra el que luchar: la reaparición de viejas enfermedades y sus consecuencias.
Más allá de las complejidades que ya se derivan del propio conflicto, la invasión de Ucrania ha puesto sobre el mapa mundial las deficiencias sanitarias provocadas desde la primera intervención rusa en Ucrania, en 2014, que se han visto recrudecidas en este nuevo conflicto.
Aproximadamente medio millón de personas han escapado desde Ucrania hasta países vecinos y los expertos aseguran que esto tendrá sus consecuencias en los sistemas sanitarios, no solo por los contagios por COVID-19, sino por el resurgir de enfermedades que ya estaban prácticamente eliminadas.
Aumento de casos de tuberculosis y poliomielitis
en el campo de batalla
El jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital El Escorial y
divulgador científico, Pedro Gargantilla, asegura que “en la invasión de
Rusia a Ucrania, por cada persona fallecida aparecen cinco muertes indirectas
relacionadas con problemas sanitarios debido por un lado a que no se completan
los calendarios de vacunación, y debido por otro a la aparición de enfermedades
silentes como la tuberculosis o la poliomielitis”.
En el caso de la tuberculosis, según los últimos datos de la OMS publicados de 2018, las muertes causadas por tuberculosis en Ucrania han llegado a 4.230 y la tasa de mortalidad por edad es de 7,26 por 100,000 de población.
Sin embargo, desde que comenzaron los combates en el Donbass, muchos médicos y enfermeras han tenido que huir, lo que se ha traducido, por un lado, en menos profesionales sanitarios, y por otro en pacientes que han detenido su tratamiento, ya que la cura para la tuberculosis no es fácil, pues a menudo requiere de inyecciones diarias y un cóctel de medicamentos que pueden causar efectos secundarios como náuseas, comezón, fatiga, sordera irreversible e incluso psicosis.
En el caso de la poliomielitis el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, ha asegurado que las labores de inmunización rutinaria y de su control se han suspendido en Ucrania debido a los combates. El 1 de febrero se inició una campaña nacional de vacunación contra la poliomielitis para llegar a los 100.000 niños que aún están desprotegidos en Ucrania, pero se ha interrumpido desde que empezaron los combates.
Sin medicamentos y con más
trastornos mentales
A los problemas de salud físicos creados como consecuencia de la falta de suministros
médicos, hay que sumarles los fallecimientos por coronavirus y los problemas
psicológicos y psiquiátricos provocados por la guerra. “Ansiedad,
depresión, más brotes de esquizofrenia, debido a que los pacientes no tienen
acceso a sus medicamentos, son la otra derivada de los problemas sanitarios del
conflicto”, apunta este médico y escritor.
La falta de medidas higiénicas y de acceso a las farmacias vienen acompañadas de enfermedades como la sarna y agudizan la mortalidad, sobre todo porque las personas involucradas en los conflictos bélicos no pueden acceder a sus tratamientos crónicos, añade el doctor Gargantilla que no descarta brotes de cólera cuya bacteria aparece en catástrofes como el Katrina o en períodos bélicos.