Por Gema Puerto
25 de octubre de 2022Oliver tiene que aprender a esperar. Esperar a que un avión medicalizado le traslade desde Cancún (Méjico) a Barcelona. Esperar a que pueda ser operado en España de un tumor cerebral que le pueda salvar la vida. Pero ¿Cómo aprende uno a esperar cuándo tiene dos años y medio y tiene una lesión cerebral cancerosa que le afecta al cerebelo, al mesencéfalo y al bulbo de su pequeño cerebro?
La lucha contra la enfermedad y contra el reloj no tiene esperas. Alejando Romero, el padre de Oliver, sabe que cualquier minuto que pase es tarde para la vida de su hijo.
Como ha explicado, David Romero, tío de Oliver, a Medicina Responsable “el pasado 13 de octubre los médicos detectaron que su sobrino tenía acumulación de líquido craneoencefálico y que tenía un tumor tipo 3 muy agresivo en el tallo cerebral. Había que extirparle el líquido cuánto antes, porque ya estaba perdiendo sus funciones. Ya no podía hablar, no podía mover las piernas y tampoco podía tragar”.
Tras operarle de una hidrocefalia en un hospital público de Cancún, “consiguieron quitarle parte del líquido de su cerebro, lo que a Oliver le permitió empezar a mover sus brazos de nuevo”, relata su tío. Sin embargo, esto no fue suficiente y los médicos decidieron que había que operarle de nuevo, esta vez en un hospital privado de Méjico y con un coste de 10.000 dólares.
Como los padres de Oliver son malagueños, y el niño también, “a través de una conocida que trabaja en el Hospital San Joan de Déu, consiguieron que en este centro se conociera su historia y pudieran intervenirle en España”, explica el tío del niño. Pero entonces, surgió el problema de cómo trasladar a Oliver a España, ya que solo puede viajar en un avión medicalizado que cuente con personal sanitario y equipamiento de cuidados intensivos. Algo que supera los, 200.000 euros y que los padres no pueden asumir.
Después de que su caso se divulgara en redes, un empresario anónimo se ofreció a pagarle el avión para traerle a España. Gracias a él, hoy Oliver y su madre Lena volarán desde Cancún hacia Barcelona. Su padre ya está esperándole en el Hospital San Joan de Déu, (él vino antes porque no se le permitió viajar en el avión medicalizado).
Si todo va bien, como han asegurado fuentes del Hospital Sant Joan de Déu a Medicina Responsable, “mañana, cuando llegue sobre las 2 de la tarde, le realizarán distintas pruebas para confirmar su diagnóstico y después procederán a su intervención”.
“La vida de Oliver depende de que le reduzcan o le extirpen el tumor lo antes posible”, explica el tío de Oliver. Cuando todo termine, y su sobrino salga del hospital, su hermano y su cuñada quieren donar el dinero obtenido por redes sociales a otras fundaciones que traten la misma enfermedad que tiene Oliver.
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Después de que sus padres pidieran ayuda por redes sociales y el hospital Sant Joan de Déu extirpara el 90% del tumor cerebral que padecía, el pequeño ha sido intervenido de nuevo para quitarle el 10% del tumor restante
