El colapso en las urgencias aumenta las agresiones a médicos y sanitarios

Ya se produjo durante los peores momentos de la pandemia y ha vuelto a producirse. Las agresiones a profesionales sanitarios se han incrementado, según la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas. El pasado 12 de enero, sin ir más lejos, una trabajadora social del centro de salud de El Torrejón, de Huelva, fue víctima de una brutal agresión mientras ejercía su trabajo atendiendo a una usuaria que la tiró una silla a la cabeza causándole lesiones y numerosas heridas. Dos días antes, el 10 de enero, en la Rioja dos facultativos sufrieron agresiones en el servicio de Urgencias  del Hospital San Pedro cuando una pareja, que estaba siendo atendida por uno de los profesionales sanitarios, se mostró alterada y comenzó a proferir insultos. La agresión verbal tornó también en física cuando otro médico trató de interceder y fue empujado cayendo violentamente contra el suelo. Los afectados denunciaron los hechos ante la Policía y el Colegio Oficial de Médicos y el sindicato CESM-La Rioja se movilizó para visibilizar el caso y solicitar más medios y recursos para atajar este tipo de situaciones que, como recalcan, cada vez son más frecuentes.

En Andalucía se han incrementado los casos de agresiones verbales (entre las últimas, la sufrida por un veterano médico, que fue objeto de amenazas e insultos por parte de un paciente del área de ingresos de Observación del Hospital Virgen del Rocío, en Málaga) y, que tal y como denuncia el Sindicato Médico de la ciudad andaluza, se deben a la "elevada presión asistencial" y “al retraso considerable que soportan."

También a principios de enero, la Policía Nacional detuvo en Murcia a un hombre de 25 años por emprenderla a puñetazos contra el médico que lo estaba asistiendo en la ambulancia, al que rompió las gafas, según explicó la Policía Nacional; y en diciembre, en la isla de Ibiza, un técnico sanitario y un médico recibieron patadas en la cabeza por parte de un paciente psiquiátrico. “Con la crisis de las urgencias y el incremento de las listas de espera de un mes y la falta de médicos, los pacientes que viven una situación desesperada lo pagan con el personal sanitario”, explican fuentes de CSIF, que denuncia un incremento de las agresiones a personal de la Sanidad como consecuencia de la situación de abandono de los centros de salud y del colapso de las urgencias hospitalarias. “Son agresiones verbales, insultos graves, amenazas que los profesionales no tienen que aguantar”, explican desde este sindicato que anima a los profesionales a denunciar y exigir una reacción inmediata tanto a las administraciones como a los políticos para que se haga una campaña de concienciación ciudadana y de sensibilización a la población.

Esta situación, según el sindicato, ya se produjo durante los peores momentos de la pandemia y vuelve a producirse “por la dejación de las administraciones y del Ministerio de Sanidad, que han situado las urgencias de toda España al borde del colapso”. La falta de inversiones en Atención Primaria y la escasez de personal provoca la saturación de los centros, con largos tiempos de espera y gente desesperada que paga su enfado con los profesionales de la Sanidad: administrativos, celadores, enfermeros, médicos, explican desde CSIF.

Según el último informe del Consejo General de Médicos (CGCOM) del año 2021, las agresiones a la profesión médica se dispararon un 39% convirtiéndose en el segundo año con mayores registros, solo superado por 2019. Algo que no comparte el Servicio Andaluz de Salud (SAS) que asegura que “en Andalucía no hay colapso en ningún nivel asistencial, vincular las agresiones a cualquier motivo ajeno a la falta de civismo y educación, no es de recibo. Con casi 30.000 profesionales más en el sistema, la tasa de agresiones ha disminuido con respecto a 2018”.

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