Por Virginia Delgado
16 de enero de 2025El sábado 25 de enero, a las 16h., 15.000 personas se enfrentarán a una prueba que decidirá su futuro profesional. Tendrán por delante cuatro horas y media para responder 210 preguntas tipo test, cuyo número de aciertos será decisivo para que se pongan la bata de médico interno residente durante los siguientes cuatro años. Un periodo que cerrará una etapa formativa que comenzó hace seis.
Hablamos del examen MIR, la oposición que tienen que superar los graduados en Medicina para acceder a la formación de especialistas médicos. Este año se ofertan 9.007 plazas, una cifra que supone un 3% más que en 2024 y, además, la convierte en la convocatoria en la que más vacantes se han ofrecido desde que se celebró la primera en 1976.
A lo largo de los años se han ido introduciendo cambios en esta prueba. En 2025, la novedad es que desaparece la nota de corte. Una decisión que el Ministerio de Sanidad ha tomado ante el elevado número de plazas que, en los últimos años, han quedado desiertas en algunas especialidades. “Puede ser la opción perfecta o no, pero se conseguirá el objetivo que se está buscando, que es que haya más posibilidades de electores y que, por lo tanto, sea más fácil la asignación de esas plazas. Hay que tener en cuenta que tenemos carencia de médicos”, explica a Medicina Responsable Fernando de Teresa, director académico del Grupo CTO, una academia que lleva más de 40 años formando a opositores del MIR.
En lo que sí se coincide con la convocatoria del año pasado es en el porcentaje que supone este examen en la nota final; aquella que permite optar a una de las 46 especialidades médicas. “La prueba representa el 90% y el baremo académico, el 10% restante”, añade De Teresa.
Hasta marzo, los estudiantes no conocerán los resultados oficiales y será en mayo, probablemente a finales, cuando se incorporen a sus correspondientes unidades docentes para comenzar la residencia. Falta casi medio año, un tiempo de espera que poco tendrá que ver con el que han vivido los últimos 15 meses. El tiempo medio que dedican los opositores a la preparación del examen MIR. “Generalmente empiezan con una previa, en el inicio de sexto curso de Medicina, y continúan con una intensiva desde que lo acaban, en junio, hasta la fecha del examen”, explica el director académico del Grupo CTO.
El examen MIR constará de 210 preguntas, 10 de ellas de reserva. Como en las últimas convocatorias, las 25 primeras se referirán a imágenes que se proporcionarán en un cuadernillo aparte.
Aunque es imposible saber el contenido de las preguntas, los estudiantes pueden hacerse una idea fijándose en la tendencia de los últimos cinco años, como explica Fernando de Teresa. “En este tiempo, se ha producido una evolución y se pregunta todo aquello que pueda ser elegible como especialidad en el MIR. Es decir, todas las especialidades tienen representación en forma de preguntas. Antes, el examen era prácticamente troncal, de grandes y convencionales especialidades, como Cirugía General, Ginecología o Psiquiatría, y tenían menos protagonismo Alergología, Oncología Radioterápica, Medicina Física y Rehabilitación… La tendencia es poner un bloque de cuestiones sobre Medicina Familiar, Urgencias o Bioética. No habrá muchas sorpresas. Entendemos que el Ministerio de Sanidad ha encontrado una forma de examen bastante transversal y representativa. El último año, ha dado con uno que consigue ser algo más discriminativo. No es ni excesivamente fácil, ni excesivamente difícil”, añade.
Siendo un poco más explícito y ahondando más, el director académico aconseja a los estudiantes incluir en sus temarios aquello que ha dado que hablar en el ámbito sanitario; fármacos que están más de moda, nuevos estudios y tratamientos, los cambios de las Guías de Práctica Clínica…
Mientras que, para algunas personas, como De Teresa, el sistema del examen MIR, centrado en conocimientos clínicos, “es positivo y bueno”, otras consideran que habría que incluir otros no académicos. “El médico no solo ha de tener nociones teóricas, también empatía y facilidad para la comunicación de malas noticias. Estas y otras habilidades, imprescindibles en su día a día, deberían incluirse en la prueba”, comenta a Medicina Responsable Sheila Justo, médico de familia y vicepresidenta de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS).
Con todo ello, la médico considera que el examen MIR “es imprescindible” para el acceso a la Formación Sanitaria Especializada (FSE). “Es útil porque lo que hace es homogeneizar las formaciones tanto de facultades privadas y públicas como de las diferentes comunidades autónomas. Es una forma de estandarizar el grado de conocimiento”, añade.
“Que confíen plenamente en el trabajo que han hecho, que ha sido excepcional”. A 10 días del examen MIR, este es el principal consejo que da Fernando de Teresa a los opositores. Él compara toda la labor realizada durante los últimos meses con un edificio que han levantado ladrillo a ladrillo, al que solo le faltan los ornamentos. “Lo construido está ahí y está seguro. En el examen vamos a ir decorándolo”, concluye metafóricamente.
El 25 de enero también se examinarán los graduados en Enfermería, Farmacia, Psicología, Biología, Física y Química que quieran acceder a una plaza de Formación Sanitaria Especializada (FSE).
Este año, las vacantes para ser enfermero interno residente (EIR) han superado, en un 3%, a las de la convocatoria de 2024, ascendiendo a 2.171. Respecto a las personas que aspiran a una plaza, son 10.014.
Una cifra muy superior a la de los opositores al examen FIR de los farmacéuticos. Este año serán 1.471 los que luchen por una de las 352 plazas ofertadas. Un 4% más que el año pasado y casi 100 por encima de las que se ofrecen para ser psicólogo interno residente (PIR): 274 para 3.809 aspirantes. También, esta especialidad sube respecto a 2024 y lo hace un 11%. Este mismo porcentaje al alza se ha dado en la oferta de plazas para los físicos (RFIR), que suben de 48 a 51.
Por el contrario, los que aspiran a trabajar como biólogos y químicos internos residentes (BIR y QIR) han visto una reducción en la oferta. Para los primeros hay 63 (el año pasado hubo 65) y para los segundos, 25, dos menos que en 2024. Hay 1.134 candidatos biólogos y 241 químicos.