Por Juan García
13 de agosto de 2025ELI-002 2P es el nombre que recibe la vacuna experimental que podría cambiar el pronóstico del cáncer de páncreas y colorrectal. Este fármaco ha obtenido resultados positivos en un ensayo clínico en fase 1, mostrando una reducción de las recaídas en pacientes con estos tipos oncológicos.
La búsqueda de una vacuna contra el cáncer ha sido una de las grandes inquietudes de la medicina en las últimas décadas, siendo vista muchas veces más como una quimera que como un logro a alcanzar. Sin embargo, en los últimos años esta posibilidad se ha ido haciendo cada vez más real. El término vacuna aplicado al cáncer no hace referencia a una inyección que evite la aparición de esta enfermedad, sino a un tipo de terapia para combatirla una vez que ha aparecido, por lo que el término más preciso es inmunoterapia. Aunque parezca contradictorio, en realidad, se le denomina vacuna porque se basa en el mismo principio de funcionamiento: aportar al sistema inmunitario las herramientas para defenderse de la amenaza que supone la diseminación del tumor.
Esta vacuna, probada en un estudio liderado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) e impulsado por la compañía biotecnológica Elicio Therapeutics, se centra en los tumores asociados a la mutación del gen KRAS, el responsable de producir una proteína que juega un papel importante en el control del crecimiento, la maduración y la muerte celular. Las mutaciones en KRAS se encuentran detrás del 20-25% de los tumores, incluyendo el cáncer colorrectal (50%) y el adenocarcinoma ductal pancreático (93%).
Los resultados del estudio, que publica la revista Nature Medicine, revelan que más de dos tercios de los participantes (17 de 25) tiene un riesgo significativamente más bajo de recaída o muerte tras someterse al tratamiento. Para el director ejecutivo de Elicio, Robert Connelly, son unos resultados “prometedores” que respaldan el enfoque de su inmunoterapia.
Los 25 pacientes presentaban una enfermedad de carácter leve y residual tras haberse sometido a cirugía y procedió a administrárseles el tratamiento dividido en seis dosis durante ocho semanas. De forma posterior, se dejó un periodo de tres meses de seguimiento sin administración de dosis para a continuación añadirles cuatro dosis de refuerzo. Finalmente, se monitorizaron los resultados durante los dos años siguientes para comprobar la eficacia y la seguridad del tratamiento.
Los resultados preliminares tras un seguimiento medio de 8,5 meses mostraron que el tratamiento con ELI-002 2P indujo potentes respuestas de células T dirigidas a KRAS en 21 de los 25 participantes (84%). Además, se observó que el 67% de los pacientes desarrollaron respuestas inmunes a mutaciones adicionales asociadas a tumores, lo que sugiere un potencial para una actividad antitumoral más amplia. De esta forma, el seguimiento a largo plazo evidenció que ELI-002 2P induce una potente inmunidad de células T CD4+ y CD8+ junto con una propagación frecuente de antígenos que puede retrasar la recurrencia del tumor.
"Atacar KRAS se ha considerado durante mucho tiempo uno de los retos más difíciles en la terapia contra el cáncer", ha afirmado el primer autor del estudio, Zev Wainberg, profesor de medicina en la Facultad de Medicina de la UCLA, quien ha destacado el "prometedor" enfoque que ofrece este ensayo.
Como ha detallado Wainberg, este estudio demuestra que la vacuna ELI-002 2P puede entrenar al sistema inmunitario de forma segura y eficaz para reconocer y combatir las mutaciones que inducen el cáncer. El siguiente paso será contrastar estos resultados ampliando la muestra de pacientes para comprobar el grado de eficacia del tratamiento.