Por Medicina Responsable
4 de febrero de 2025Un estudio realizado por el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, ha identificado que la acumulación de beta amiloide puede, por sí sola, causar daño cerebral en etapas tempranas del Alzheimer, incluso sin niveles elevados de la proteína tau. Este hallazgo, publicado en la revista Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association, proporciona nuevas claves sobre cómo se desarrolla esta enfermedad que afecta a más de 900.000 personas en España.
Hasta ahora, se creía que la neurodegeneración en el Alzheimer, especialmente la que afecta al lóbulo temporal medial del cerebro, región esencial para la función de la memoria, se producía únicamente cuando estaban presentes dos proteínas clave: la beta amiloide y la tau. Sin embargo, este nuevo trabajo sugiere que la acumulación de la beta amiloide puede, por sí sola, desencadenar daño cerebral y pérdida de memoria en las primeras etapas, incluso sin la presencia de niveles altos de tau.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigadores del BBRC, liderado por el doctor Raffaele Cacciaglia, ha trabajado con dos cohortes independientes de personas sin deterioro cognitivo para analizar datos, empleando tecnologías de última generación para capturar imágenes detalladas del hipocampo y otras estructuras del cerebro mediante técnicas avanzadas de resonancia magnética de alta resolución y marcadores de la enfermedad. Los resultados demuestran que la acumulación de beta amiloide puede ser un indicador de cambios estructurales en el cerebro y un posible deterioro de la memoria antes de la aparición de síntomas evidentes.
El descubrimiento de que la beta amiloide por sí sola puede causar atrofia inicial en regiones críticas del cerebro subraya la importancia de la detección temprana y la prevención. Además, refuerza la necesidad de los ensayos clínicos dirigidos a personas con perfiles de riesgo, antes de que el Alzheimer empiece a manifestarse.
“En los últimos años, se han aprobado los primeros medicamentos para reducir la acumulación de beta amiloide en el cerebro de personas en las primeras fases del Alzhéimer. Este avance sugiere que intervenir en etapas tempranas, antes de que aparezcan síntomas, podría ralentizar la progresión de la enfermedad. La beta amiloide parece afectar directamente el hipocampo, una región clave para la memoria, por lo que actuar de forma anticipada podría reducir significativamente los riesgos asociados al Alzheimer”, explica el doctor Cacciaglia.