Las tasas de suicidio entre los médicos disminuyen, pero la de las médicas se mantiene elevada

Las tasas de suicidio entre los hombres médicos han disminuido con el tiempo, pero siguen siendo significativamente más altas entre las mujeres médicas en comparación con la población general, según un análisis de evidencia de 20 países publicado por la revista The BMJ.

Los investigadores reconocen que las cifras varían según los países y regiones. Así, se han comprobado diferencias, por ejemplo, entre Estados Unidos y Reino Unido. En el primero se estima que un facultativo muere por suicidio cada día, mientras que en el segundo fallece uno cada diez días.

Para llegar a estas conclusiones, analizaron los resultados de 39 trabajos de 20 países, publicados entre 1960 y el 31 de marzo de 2024, y compararon las tasas de suicidio entre los médicos y la población general. Los expertos no encontraron un aumento general en los facultativos varones en esta comparación, pero sí en las médicas. Vieron que en ellas las autolisis habían sido un 76% mayor que en la población general.

Por otro lado, cotejaron los 10 estudios más recientes con más antiguos y comprobaron que, tanto en facultativos hombres como en mujeres, disminuyeron las tasas de suicido a lo largo del tiempo, aunque en ellas se mantuvo significativamente elevada (un 24 % más alta en comparación con la población general).

Los autores del trabajo han señalado que las causas de este descenso han podido ser una mayor concienciación sobre la salud mental y un mayor apoyo a los médicos en el lugar de trabajo durante los últimos.

En una tercera comparación entre los médicos y otros grupos profesionales de estatus social y económico similar, se comprobó una tasa de suicidio significativamente más alta (81%) entre los primeros. En las médicas, los resultados fueron similares. No obstante, los investigadores han manifestado que el número de estudios elegibles fue demasiado bajo para sacar conclusiones firmes.

Se demanda más investigación y prevención

Respecto a los factores que pueden llevar al suicidio, los expertos han señalado al agotamiento y a las barreras para acceder a ayuda para problemas de salud mental. También, han indicado que los rasgos de personalidad como el perfeccionismo, la obsesión y la competitividad, comunes en la profesión médica, pueden llevar a sentimientos de culpa, baja autoestima y una persistente sensación de fracaso. Por otro lado, los médicos tienen acceso a medicamentos potencialmente peligrosos y son objeto de denuncias por parte de pacientes, así como de procesos regulatorios.

Los investigadores han pedido que se sigan realizando esfuerzos en la investigación y prevención de las muertes de médicos por suicidio, en particular entre las médicas, y han señalado que también se necesitan investigaciones para evaluar los posibles efectos relacionados con la Covid-19. “Se ha de permitir un equilibrio sensato entre trabajo y vida personal, y prestar atención a las necesidades emocionales y psicológicas básicas de todo el personal. Todos los facultativos deben tener acceso a servicios de intervención temprana y tratamiento confidencial para que no sufran en silencio”, han concluido.

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