Por Andrea Rivero
17 de junio de 2022A lo largo de la historia se han producido cinco grandes pandemias que acabaron con la vida de millones de personas. La peste negra se encuentra en la segunda posición de la lista, con 200 millones de fallecidos y, a pesar de ser una de las plagas que más repercusión tuvo en la historia, hasta hace poco no se conocía su origen.
Ahora, un equipo de investigadores ha situado por primera vez en un mapa el origen de la peste negra. La investigación, publicada en la revista Nature, ubica el comienzo de la pandemia en Kirguistán, en la zona de Eurasia central.
La evidencia arqueológica que ha llevado a este descubrimiento se sitúa en los cementerios ubicados cerca del lago Issyk-Kul, en la actual Kirguistán. La existencia de lápidas fechadas entre los años 1338 y 1339 con las inscripciones de “pestilencia” llevaron a los científicos a analizar estos camposantos.
Se realizó la exhumación de siete individuos enterrados en 1339 y se analizaron los dientes de los esqueletos. En tres de estos cuerpos se mostró evidencia del ADN de la bacteria Yersinia pestis, causante de la peste.
De acuerdo con la doctora Maria Spyrou, una de las autoras del estudio e investigadora de la Universidad de Tubingen, “a pesar del riesgo de contaminación ambiental y sin garantía de que la bacteria hubiera podido conservarse, pudimos secuenciar el ADN de siete individuos desenterrados de dos cementerios: Kara-Djigach y Burana en el valle de Chu. Lo más emocionante es que encontramos ADN de la bacteria de la peste en tres individuos”.
Breve historia de la peste
La peste es una enfermedad
transmitida por animales, en concreto una pulga que se encuentra en la rata
negra. A lo largo de la historia se han producido cuatro pandemias de la
peste. Estas abarcan desde el año 541 hasta finales del siglo XIX.
Según el libro “Breve historia de la medicina” de Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable, la conocida como peste de Justiniano se inició en el año 541 en Egipto durante la época del emperador que da nombre a esta pandemia. Se estima que finalizó cerca del año 590 y afectó, sobre todo, a Egipto, Siria, norte de África, al Imperio bizantino y al Mediterráneo occidental.
En los textos antiguos describen los síntomas que daban inicio a la enfermedad: fiebre súbita e inflamación de los ganglios de las axilas, las inglés y detrás de las orejas (bubones). Algunos pacientes también sufrían vómitos con sangre, lesiones cutáneas de color negro (pústulas) que supuraban pus, falta de apetito e, incluso, algunos se sumían en un estado comatoso.
La segunda gran pandemia es la que se conoce como peste negra, la más mortal. Por lo que se sabe, Europa fue la región más afectada por esta enfermedad. Se considera que entre 1348 y 1400 murieron 25 millones de personas en el continente, aunque con la nueva investigación se sabe que se inició unos 10 años antes en Eurasia central.
La comunidad científica de la época adoptó una serie de curiosas medidas higiénicas contra esta enfermedad. Recomendaron bañarse en orina humana, beber el líquido que provenía de los bubones y utilizar vapores hediondos (animales muertos) en los hogares, además de otros consejos como aislarse para evitar el contagio. Durante esta pandemia se dio origen a la palabra cuarentena.
Las otras dos pandemias de peste son la gran plaga de 1660 y la iniciada en 1855 en Asia que llegó hasta Estados Unidos en 1898. Fue durante esta última cuando se consiguió aislar por primera vez a la bacteria Yersinia pestis que causa la enfermedad, en Hong Kong en 1894.