Por Andrea Rivero
3 de octubre de 2023¿Qué tienen en común la grasa y la función cerebral? De primeras podría parecer que nada, sin embargo, un nuevo estudio del Instituto de Investigación Biomédica de Girona Josep Trueta (IDIBGI) y el CIBEROBN ha descubierto que existe una relación entre el tejido graso y la función cognitiva cerebral. La investigación, que se ha publicado en la revista científica Science Advances, identifica un grupo de genes que, según se expresen en el tejido adiposo, se asocian a la capacidad cognitiva. Se trata de una conexión hasta ahora desconocida y que puede abrir la puerta a encontrar vías de tratamiento para mejorar estas funciones del cerebro en un futuro.
Cuando se habla de la expresión de un gen se hace referencia a la forma en la que la información genética contenida en dicho gen se traduce en el cuerpo, convirtiéndose en una función biológica específica. En este sentido, este estudio se ha fijado en una decena de genes que se expresan de forma diferencial según la función cognitiva, en la que se incluyen capacidades como la memoria y el aprendizaje.
“Estos primeros hallazgos son un paso relevante para investigar cómo funciona exactamente esta asociación y así poder definir las relaciones causa-efecto de forma más concreta”, explica el doctor José Manuel Fernández-Real, jefe del grupo de investigación en Nutrición, Metabolismo y Salud del IDIBGI y jefe de la sección de Endocrinología del Hospital Doctor Josep Trueta de Girona. "Los resultados del estudio podrían abrir la puerta, en un futuro, a encontrar nuevas vías terapéuticas que permitan mejorar la función cognitiva cerebral modificando la expresión del gen en el tejido graso". Esta línea de investigación también podría resultar de interés para la búsqueda tratamientos específicos que aborden el deterioro cognitivo que se asocia a la obesidad.
El equipo de investigadores ya había detectado anteriormente una relación muy clara entre la expresión de algunos genes en el tejido graso y la memoria reciente. A raíz de estos resultados se preguntaron cuál era la posible relación entre estos dos hechos. En la última investigación se realizaron pruebas a 80 personas, junto con estudios en ratones y moscas, confirmando que existía una asociación similar entre los mismos genes en el tejido adiposo y la cognición en los tres modelos. Tal y como explica Jordi Mayneris-Perxachs, investigador del CIBEROBN, “estudiando la expresión del genoma entero en el tejido adiposo de los participantes, identificamos 188 genes del tejido adiposo asociados con el rendimiento en 10 test cognitivos. Lo interesante es que la modificación de la expresión de algunos de estos genes en el tejido adiposo, tanto de moscas como de ratones, mejoró su memoria y capacidad de aprendizaje”.
Según los investigadores esta relación puede tener que ver con las características que comparten ambos tejidos. “Aparte del mismo tejido graso, otro tejido muy graso que encontramos en nuestro cuerpo es justamente el cerebro. Por tanto, podría parecer que haya dos grasas que estén dialogando entre sí”, concluye el doctor Fernández-Real.