Por Gema Puerto
11 de mayo de 2022Se le relaciona con problemas con las hormonas y las enfermedades cardiovasculares. Además, tiene efectos sobre el neurodesarrollo de los niños y el desarrollo inmunológico. Hablamos del bisfenol A, un compuesto químico nocivo para el cuerpo y la salud. Así lo demuestra un estudio de la Iniciativa Europea de Biomonitorización Humana (HBM4EU), en el que han participado 28 países y se han realizado 2.756 analíticas a ciudadanos de distintos países.
La organización Hogar sin tóxicos ha manifestado su preocupación ante los resultados del estudio, que revelan que los europeos tienen en su organismo altas proporciones de bisfenol A (BPA) y concentraciones muy altas de otros bisfenoles, como el BPS y el BPF denominados 'disruptores endocrinos'. Estas sustancias químicas pueden afectar a la fertilidad y también se asocian con el cáncer de próstata, como demuestran muchos estudios científicos.
Carlos de Prada, director de Hogar sin tóxicos, considera “inquietante que todas las muestras europeas tomadas superen la concentración que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) considera ahora recomendable”. Se establece una ingesta diaria tolerable de esta sustancia de 0,04 nanogramos por kilogramo de peso corporal al día.
La iniciativa Hogar sin tóxicos lamenta que “a pesar de los años transcurridos, tal y como muestran ahora los datos del estudio, la población europea siga en riesgo por estar continuamente expuesta a niveles relevantes de BPA”. Todo ello, añade, “mientras solo se han acometido medidas muy limitadas para reducir la exposición a la sustancia, como cuando en 2011 fue prohibido de los biberones infantiles en la UE, a la vez que se seguía permitiendo una amplia exposición de la población, por ejemplo, de mujeres embarazadas, a través de la presencia de la sustancia en muchos alimentos enlatados”.
Dónde está el
Bisfenol
La Ley 7/2022, de 8 de abril, de
residuos y suelos contaminados para una economía circular ya incluye una restricción a
la utilización de bisfenol A. Éste, se utiliza en la fabricación de
envases de alimentación como las latas de conservas y de bebidas, para separar
el alimento del metal.
El documento de la HBM4EU cita también la preocupación generada por la exposición de las cajeras a los tiques de papel térmico y destaca que también tiene que considerarse el “efecto cóctel” de diferentes bisfenoles a los que una persona puede exponerse al mismo tiempo, “porque los sustitutos del BPA parecen mostrar efectos similares al BPA”.
Tal y como denuncia Carlos de Prada, “la comunidad científica alerta de que, al igual que otras sustancias endocrinas que alteran el correcto funcionamiento corporal, estos contaminantes pueden causar efectos negativos sobre la salud a muy bajas concentraciones. Es más, son sustancias para las que no se puede establecer con claridad un nivel de concentración que se pueda afirmar como seguro con certeza”.
Ante los datos mostrados por la Iniciativa Europea, Carlos de Prada insta a que “se dé cumplimiento a la Hoja de Ruta para la restricción de muchas sustancias tóxicas que publicó recientemente la Comisión Europea y en la que, entre otras cosas, se plantea la restricción o prohibición conjunta de diferentes bisfenoles”.