Por Pedro Martínez
21 de marzo de 2025Desde que se comenzó a estudiar el cerebro siempre se ha considerado que el ser humano es incapaz de retener en la memoria las experiencias vividas durante los primeros años de vida debido al desarrollo incompleto del hipocampo hasta una fase avanzada de la adolescencia. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Yale ha demostrado que esta creencia era errónea.
En este estudio, publicado en la revista Science, se demuestra que los recuerdos pueden codificarse en nuestro cerebro hasta en los primeros años de vida. Para ello, los investigadores mostraron una serie de imágenes a varios bebés para poder comprobar si las recordaban. Cuando estos bebés veían la imagen por primera vez era más probable que fuera capaz de reconocerla debido a una mayor actividad del hipocampo, lo que demuestra que el hipocampo sí que está formado desde las primeras etapas de la vida.
A la incapacidad de recordar episodios específicos de la infancia se le conoce como amnesia infantil, un fenómeno difícil de estudiar.
Para poder desmontar la creencia de que el hipocampo no se desarrolla hasta la adolescencia, los investigadores recurrieron a un pionero método de análisis por resonancia magnética con bebés. A estos bebés se les mostraba una imagen desconocida para ellos de un objeto, escena o rostro nuevos. Una vez realizado este proceso se les volvían a mostrar estas imágenes junto con otras nuevas, observando que estos bebés se detenían especialmente en las imágenes que ya habían visto antes, lo que muestra cierta capacidad de recuerdo por su parte. Además, mediante métodos pioneros de resonancia magnética realizados con los bebés despiertos se pudo medir la actividad del hipocampo mientras que se les mostraban las imágenes.
Los resultados de estas resonancias mostraron que la actividad de esta parte del cerebro está estrechamente relacionada con la memoria y los recuerdos del bebé, constatando además que, cuanto mayor actividad hay en el hipocampo al ver una imagen nueva, más tiempo permanece el niño observando esa misma imagen cuando se la vuelven a mostrar. Los resultados de este estudio fueron demostrables en los 26 bebés analizados, siendo especialmente evidente esta actividad del hipocampo en los mayores de un año.
Este estudio abre las puertas a un nuevo campo de investigación en relación con el desarrollo del cerebro en las primeras etapas de la vida.