Por Pedro Martínez
20 de agosto de 2025Una investigación pionera, realizada por la Universidad de Hong Kong (China), ha estudiado la relación entre la dieta y la aparición y desarrollo de la miopía, centrándose especialmente en los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 presentes en pescados grasos y algunos aceites vegetales.
Se calcula que alrededor del 30% de la población mundial es miope y se espera que esa cifra aumente hasta el 50% para el año 2050. En España, el porcentaje se sitúa por encima de la media, en un 37%, y llega a superar el 60% entre los estudiantes.
La investigación incluyó a 1.005 niños con una media de edad de 7,6 años a los que se les realizaron unos exhaustivos exámenes oftalmológicos en los que se medía la agudeza visual, la longitud axial del ojo y la refracción ciclopléjica (clave para poder diagnosticar la miopía). Una vez finalizadas estas pruebas preliminares se constató que el 27,5% de los participantes ya eran miopes.
El siguiente paso del estudio fue realizar un cuestionario de frecuencia alimentaria en el que se valoraban 280 ítems que contabilizaban la ingesta de vitaminas, ácidos grasos y macronutrientes. Para lograr una mayor exactitud, y debido a la corta edad de los participantes, el estudió permitió que sus familiares y entrevistadores profesionales fueran parte activa durante esta fase de la investigación.
El informe también aglutinó informaciones sobre el estilo de vida de los participantes, por lo que datos como el tiempo de lectura, uso de pantallas o el tiempo al aire libre fueron claves para mejorar la precisión; llegando a realizar un registro sobre los antecedentes de miopía en los padres o analizando parámetros físicos como el índice de masa corporal.
Los resultados contrastan con investigaciones previas realizadas en modelos animales, demostrando que una mayor ingesta de ácido grasos omega-3 podrá tener un efecto protector frente a la aparición y la progresión de la miopía, ya que este tipo de nutrientes mejora la perfusión sanguínea coroidea y la función ocular, lo que podría ralentizar el alargamiento del globo ocular, síntoma característico de la miopía.
A pesar de los resultados, los científicos insisten en que aún se debe seguir investigando, pero resaltan el potencial que tiene este proyecto para abrir la puerta a nuevas vías que tomen la nutrición como pilar para poder prevenir la miopía.
Sergio Recalde Maestre, profesor del departamento de Oftalmología de la Universidad de Navarra e investigador de Laboratorio de Oftalmología Experimental de la Clínica Universidad de Navarra, en unas declaraciones al Science Media Center, este “es un estudio pionero, con hallazgos prometedores, pero que requiere replicación en otras poblaciones antes de cambiar de manera definitiva la práctica clínica”.