
Por Clara Arrabal
12 de diciembre de 2025Un ensayo en fase 3 demuestra la eficacia de un nuevo antibiótico contra la gonorrea. Se trata de la zoliflodacina, y podría ser la gran alternativa a los tratamientos actuales que ya no tienen capacidad para actuar frente a esta bacteria porque presentan resistencia a los antimicrobianos.
El estudio, publicado en The Lancet, ha incluido a 900 personas de cinco países diferentes y “se trata de un ensayo clínico aleatorizado, con una muestra muy importante, que demuestra que una dosis del nuevo antibiótico oral es tan eficaz como el tratamiento estándar para la curación de la gonorrea urogenital no complicada en hombres y mujeres”, ha explicado a Science Media Centre Santiago Moreno Guillén, jefe del servicio de Enfermedades infecciosas en el Hospital Universitario Ramón y Cajal y catedrático de Medicina en la Universidad de Alcalá.
Este avance podría mejorar la calidad de vida de unos 82,4 millones de pacientes que padecen gonorrea en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya la considera una amenaza prioritaria debido a los altos niveles de resistencia al antibiótico de primera línea. De hecho, la ceftriaxona, el fármaco más extendido para tratar la gonorrea, ha perdido su eficacia hasta en el 30% de los casos en el sudeste asiático.
“El hallazgo de que este nuevo antibiótico, zoliflodacina, es tan activo como ceftriaxona para el tratamiento de la gonorrea supone un gran avance y un alivio. Esta es la principal conclusión que ofrece el estudio: es eficaz y se tolera bien. Tiene la ventaja de ser un antibiótico oral (la ceftriaxona es intramuscular) y se administra en una sola dosis (como la ceftriaxona).”, añade Moreno Guillén.
El temor a que la resistencia a ceftriaxona se generalice por todo el mundo ha hecho que el tratamiento de la gonorrea resistente se haya convertido en una prioridad en la búsqueda de fármacos alternativos, sobre todo en determinadas zonas del mundo, como algunas regiones de China, aunque en Europa todavía no es preocupante. “Es cierto que mientras la resistencia a ceftriaxona en nuestro entorno no sea un problema, no hay razón para utilizar el nuevo antibiótico; pero sería una lástima que este antibiótico dejara de ser útil por el desarrollo de resistencias y no pudiéramos utilizarlo en los casos en que realmente no tuviéramos otras alternativas”, ha explicado Moreno Guillén.
Por último, el experto concluye que, aunque el estudio es alentador, “dado que en la actualidad disponemos de ceftriaxona que es altamente eficaz, muy bien tolerado y económico, y que la tasa de resistencia es todavía anecdótica, no debería utilizarse de modo generalizado el nuevo antibiótico hasta conocer mejor el riesgo de aparición de resistencias y otros aspectos ligados a la práctica clínica”.