Por Lucía de Mingo
22 de noviembre de 2022Científicos de la Universidad Estatal de Oregón han logrado fabricar nanopartículas magnéticas que se calientan por encima de los 50 grados cuando se exponen a un campo magnético alterno, potenciando así su capacidad para debilitar o incluso destruir las células cancerosas una vez se introducen dentro del tumor.
Los investigadores afirman que, durante años, las nanopartículas magnéticas han mostrado un gran potencial anticancerígeno. “La hipertermia magnética muestra una gran promesa para el tratamiento de muchos tipos de cáncer”, señala Olena Taratula, una de las autoras principales del estudio, publicado en la revista científica Small Methods. “Muchos estudios preclínicos y clínicos han demostrado su potencial para eliminar las células cancerosas directamente o mejorar su susceptibilidad a la radiación y a la quimioterapia”, añade.
En la actualidad, la hipotermia magnética solo se puede usar para pacientes cuyos tumores son accesibles mediante una aguja hipodérmica, por ello, quedan fuera los pacientes con tumores malignos difíciles de alcanzar, como el cáncer de ovario metastásico.
Hasta la fecha, las nanopartículas magnéticas disponibles solo alcanzaban la temperatura terapéutica necesaria, es decir 44 grados, cuando se inyectaban directamente en el tumor. Además, “estas solo tenían una eficiencia de calentamiento moderada, lo que significa que se necesitaba una alta concentración de ellas en el tumor para generar suficiente calor. De hecho, numerosos estudios han demostrado que solo un pequeño porcentaje de las nanopartículas inyectadas sistémicamente se acumulan en los tumores, lo que dificulta obtener esa alta concentración”, relata Taratula.
Con el objetivo de abordar estos problemas, los científicos desarrollaron esta nueva técnica de fabricación química que dio como resultado el aumento en la eficiencia de calentamiento. Lograron demostrar en un modelo de ratón que las nanopartículas dopadas con cobalto se acumularon en tumores de cáncer de ovario metastásico después de la administración sistémica de dosis bajas. Además, cuando se expusieron a un campo magnético alterno, la temperatura de las partículas aumentó hasta 50 grados centígrados.
“Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que se demuestra que las nanopartículas magnéticas inyectadas por vía intravenosa en una dosis clínicamente recomendada son capaces de aumentar la temperatura del tejido canceroso por encima de los 44 grados centígrados”, concluye la investigadora.