Por Gema Puerto
15 de marzo de 2022El síndrome de apnea obstructiva del sueño es el conjunto de signos y síntomas que se produce al cesar la respiración de manera repetida mientras dormimos. La apnea del sueño se asocia a un aumento de la tensión arterial, resistencia a la insulina y arterosclerosis, produciendo un significativo aumento de mortalidad por causas cardiovasculares o cerebrovasculares.
Este trastorno debe ser entendido como una enfermedad grave y potencialmente mortal. Afecta principalmente a hombres mayores de 40 años y a mujeres que han entrado en la menopausia con sobrepeso u obesidad.
Según el doctor Néstor Montesdeoca García, jefe asociado de Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital La Luz y experto en Medicina del Sueño por la European Sleep Research Society (ESRS), “durante el sueño se producen episodios de cierre total o parcial de la vía aérea superior favorecidos por la pérdida de tono muscular durante la fase REM y por estar tumbados boca arriba en la cama”.
Entre los factores anatómicos que propician la apnea del sueño están: el tabique desviado, los cornetes hipertróficos, la presencia de vegetaciones o adenoides en niños, las amígdalas anormalmente grandes, un paladar flácido, una lengua muy grande o una mandíbula pequeña. Además, el exceso de grasa en el cuello que se produce en los pacientes obesos disminuye el espacio de la parte superior del aparato respiratorio.
Durante muchos años la primera línea de tratamiento de la apnea obstructiva del sueño fue la terapia de presión positiva mediante el empleo de máquinas de CPAP. "Incluso hoy en día es considerado el ´patrón oro´ en el tratamiento de este síndrome", subraya el doctor Montesdeoca.