Por Aurora Molina
28 de febrero de 2024Investigadores del Hospital 12 de Octubre (Madrid) han demostrado la agresividad de un tipo de cáncer de próstata (BRCA1 y BRCA2) para el que existe una terapia a partir de fármacos inhibidores de PARP (grupo de inhibidores farmacológicos de la enzima poli ADP ribosa polimerasa). El estudio, publicado en la revista Annals of Oncology, ha contado con la participación de 38 centros de España e Italia, junto con más de 700 pacientes. La conclusión de la investigación es que los pacientes con este tipo de cáncer de próstata pueden mejorar y aumentar su supervivencia con el uso de los inhibidores de PARP.
Según explican desde el hospital, las alteraciones BRCA1 y BRCA2 están presentes en el 13% de los tumores de próstata y son hereditarias en el 25% de los casos. “Hay resultados que muestran que añadiendo al tratamiento un tipo de fármaco de los denominados inhibidores de PARP, que impiden a las células cancerosas reparar el daño de su ADN, no solo se retrasa la progresión de la enfermedad de los pacientes con alteraciones BRCA1 y BRCA2, sino que también pueden tener una esperanza de vida similar a los que no tienen estas alteraciones”, explica el doctor David Olmos, oncólogo y jefe del Grupo de Investigación en Genómica y Terapéutica del Cáncer de Próstata del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre i+12 y autor principal de este trabajo.
Para la doctora Elena Castro, jefa del Grupo de Investigación Traslacional en Cáncer Hereditario del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre i+12 y autora senior de la investigación, el estudio “demuestra la importancia de analizar los tumores de los pacientes para identificar la presencia de dianas terapéuticas y poder ofrecerles un manejo de la enfermedad más adecuado a su situación concreta y da fundamentos a las agencias reguladoras con respecto a este nuevo fármaco, sin el cual su pronóstico es muy negativo”.
Los inhibidores de PARP, según explican los expertos, son el primer agente dirigido contra una diana terapéutica que han demostrado prolongar la supervivencia de los pacientes con cáncer de próstata avanzado. Sin embargo, para que esta forma de medicina de precisión pueda implementarse en la rutina asistencial se necesitan un par de requisitos: “poder determinar si el tumor presenta o no la diana terapéutica a la que se dirige el tratamiento y que el fármaco esté disponible en el sistema sanitario”.
El diagnóstico de las alteraciones en BRCA1 y BRCA2, apuntan desde el 12 de Octubre, se ha introducido hace dos semanas en la cartera de Servicios del Ministerio de Sanidad. Además, los fármacos inhibidores de PARP, aprobados por la Agencia Europea del Medicamento, ya están disponibles en países como Alemania, Austria y Reino Unido.