Por Clara Arrabal
11 de agosto de 2025El científico gallego César de la Fuente, a la cabeza de un equipo de investigadores de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.), ha encontrado mediante el análisis de venenos de animales como serpientes, arañas y escorpiones sustancias para desarrollar antibióticos que pueden hacer frente a algunas de las superbacterias que se resisten a los fármacos tradicionales.
Su estudio, que ha sido publicado en la revista Nature Communications, y ya ha dado la vuelta al mundo gracias a su método tan innovador de análisis: a través de un sistema de Inteligencia Artificial llamado APEX con el que ha muestreado digitalmente en tan solo unas horas más de 40 millones de toxinas de venenos animales.
“A corto plazo, estas sustancias representan candidatas prometedoras para tratar infecciones resistentes a los medicamentos. A largo plazo, esta plataforma puede inspirar nuevas vías inmunoterapéuticas, reduciendo la dependencia de los antibióticos tradicionales y mitigando el aumento de la resistencia a los antimicrobianos”, explica el informe.
César de la Fuente y su equipo investigaron los péptidos antimicrobianos (AMP) y su papel como alternativa a los antibióticos naturales. “Suelen ser moléculas cortas con menos de 50 residuos de aminoácidos cuyas propiedades estructurales les permiten adoptar conformaciones secundarias que son cruciales para su actividad antimicrobiana. Sin embargo, un inconveniente de los AMP es su vulnerabilidad a la degradación enzimática dentro del cuerpo, lo que plantea desafíos para una aplicación clínica efectiva”, explica el estudio.
Tras su exhaustivo análisis, los investigadores concluyeron que 386 de los péptidos identificados poseían propiedades para luchar contra algunas infecciones y, de las 58 sintetizadas en el laboratorio, 53 acabaron con bacterias multirresistentes, también llamadas superbacterias. Además, otras redujeron la carga bacteriana de ratones infectados de Acinetobacter baumanii, un patógeno que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado “de prioridad crítica".
Esta investigación ha sido posible gracias al muestreo masivo de toxinas animales a través del programa APEX, basado en Inteligencia Artificial, que consta de un algoritmo capaz de analizar en cuestión de horas miles de compuestos. Esta práctica requería décadas de estudio hace años. Sin embargo, a día de hoy, debido a la creciente necesidad de hacer frente a las bacterias multirresistentes y a la tecnología disponible, puede muestrearse con mayor rapidez y eficacia.
“El aumento de microbios resistentes a múltiples medicamentos se ha convertido en una importante crisis de salud pública mundial y el tratamiento de tales infecciones incurre en costos sustanciales de atención médica, por lo que existe un imperativo urgente de explorar enfoques terapéuticos alternativos”, concluye el estudio.