Por Pedro Martínez
13 de junio de 2025El nuevo informe de Soti, empresa dedicada a la gestión de la movilidad empresarial, revela que el uso de las tecnologías obsoletas y heredadas sigue generando importantes dificultades. El documento, bautizado como “El dilema digital en Salud: la presión para innovar y los riesgos silenciosos”, ofrece una radiografía del proceso de adopción tecnológica en la sanidad, el uso de dispositivos en el día a día y los riesgos de seguridad asociados al mantenimiento de tecnologías heredadas.
Según el estudio, el uso de la IA en organizaciones sanitarias ha pasado del 61% en 2024 al 81% en 2025, lo que refleja un cambio significativo en las prioridades presupuestarias. La IA ha dejado de ser una herramienta meramente administrativa para convertirse en un vehículo para la mejora de la prestación de servicios sanitarios avanzados. Sin embargo, España sigue rezagada a nivel global en ámbitos clave como el diagnóstico médico, los tratamientos personalizados y la actualización de historiales clínicos.
Shash Anand, vicepresidente senior de Estrategia de Productos de Soti, explica que, aunque la adopción de la tecnología está avanzando y la IA está aumentando en el sector, nuestro último informe muestra que se están experimentando algunos retos significativos en torno a la seguridad de los datos de los pacientes y la gestión de dispositivos. Los sistemas heredados dificultan la integración tecnológica y crean problemas de cumplimiento”.
A nivel mundial, el 96% de los líderes en Tecnologías de la Información (TI) reconocer haber enfrentado desafíos relacionados con los sistemas heredados. El 99% de los responsables de la toma de decisiones de TI indicaron que sus organizaciones utilizan algún tipo de dispositivo conectado o solución de telesalud, lo que ayuda a apoyar a los pacientes de forma remota, aumentando la accesibilidad, ahorrando tiempo y mejorando la comunicación.
Sin embargo, el 65% de las organizaciones siguen usando sistemas obsoletos y no integrados para dispositivos médicos. Esta situación es especialmente preocupante en Australia (77%), Reino Unido (73%) y Canadá (71%), aunque también afecta a España, donde el 58% de las organizaciones reconoce esta limitación. Esta falta de integración compromete la interoperabilidad, dificulta el acceso en tiempo real a los datos de los pacientes desde un único entorno y amplifica la vulnerabilidad en materia de ciberseguridad. A nivel mundial, el 59% de las organizaciones se enfrentan a problemas de inactividad tecnológica y un 45% señala que los sistemas heredados aumentan la exposición a posibles ataques.
De igual manera, los responsables de TI siguen dependiendo de tecnologías obsoletas, un 38% declara no poder desplegar ni gestionar nuevos dispositivos o impresoras; otro 38% afirma no poder ofrecer soporte remoto ni acceder a información detallada sobre las incidencias; y un 39 % asegura que se invierte demasiado tiempo en resolver problemas técnicos. El estudio también revela que el Reino Unido (47%), Canadá (46%) y Australia (43%) son los países más afectados por dificultades en el despliegue y la gestión de dispositivos, muy por encima de la media mundial (38 %). En este contexto, los sistemas tradicionales de Gestión de Dispositivos Móviles (MDM) resultan insuficientes, mientras que las soluciones avanzadas de Gestión de Movilidad Empresarial (EMM) están teniendo un impacto transformador.
La seguridad de los datos se ha convertido en la principal preocupación para el 30% de las organizaciones sanitarias, y un 13% considera que gestionar la seguridad de los dispositivos compartidos es su mayor reto. A nivel mundial, casi la mitad (43%) de los líderes de TI identifican un problema relacionado con la seguridad como su principal inquietud tecnológica, una tendencia en claro y constante ascenso.
En España, el 50 % de las organizaciones sitúan un problema de seguridad como su principal preocupación en materia de TI, ligeramente por encima de la media mundial.
David Parras, director regional para el sur de Europa de Soti, asegura que “invertir en innovación va más allá del simple desarrollo de nuevas tecnologías; hay que empezar por reforzar los sistemas internos para garantizar una mayor productividad y seguridad”.
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