Por Andrea Martín
26 de diciembre de 2024Investigadores del Centro de Investigación Científica Avanzada del Centro de Posgrado de la CUNY (CUNY ASRC), en Estados Unidos, han revelado un mecanismo que conecta el estrés celular en el cerebro con la progresión de la enfermedad de Alzheimer (EA). Publicado en la revista Neuron, el estudio destaca el papel dual de la microglia, las células inmunitarias primarias del cerebro, en la protección y el daño asociados con esta enfermedad neurodegenerativa.
La microglia, conocida como la "primera línea de defensa" del cerebro, se ha identificado como un actor clave en la patología del Alzheimer. Sin embargo, estas células presentan un papel de doble filo. Mientras que algunas poblaciones de microglia protegen la salud cerebral, otras contribuyen a la neurodegeneración. Según Pinar Ayata, investigadora principal del estudio, el objetivo es comprender cómo atacar terapéuticamente a las microglias dañinas. "Identificamos un nuevo fenotipo de microglia neurodegenerativa caracterizado por una vía de señalización relacionada con el estrés”.
El estudio encontró que la activación de la respuesta integrada al estrés (ISR) en las microglias desencadena la producción de lípidos tóxicos que dañan neuronas y células progenitoras de oligodendrocitos, esenciales para el funcionamiento cerebral. Mediante modelos preclínicos, los investigadores demostraron que bloquear esta respuesta al estrés o la síntesis de lípidos revirtió los síntomas del Alzheimer.
Usando microscopía electrónica, el equipo también detectó una acumulación de "microglia oscura", asociada al estrés celular y a la neurodegeneración, en tejidos cerebrales de pacientes con Alzheimer. Estas células estaban presentes en niveles significativamente más altos en comparación con individuos sanos de edad avanzada.
La investigación señala que la ISR impulsa la pérdida de sinapsis, un marcador distintivo del Alzheimer. Al inhibir esta vía en modelos de ratón, se previno la pérdida de sinapsis y la acumulación de proteínas tau, abriendo una prometedora vía terapéutica. "Estos hallazgos ofrecen un vínculo crucial entre el estrés celular y los efectos neurotóxicos de la microglia", comentó Anna Flury, coautora del estudio y estudiante de doctorado en el Centro de Posgrado de CUNY. "Intervenir en esta vía podría abrir nuevas estrategias de tratamiento, como detener la producción de lípidos tóxicos o prevenir la activación de microglias dañinas".
El estudio subraya el potencial de desarrollar medicamentos dirigidos a poblaciones específicas de microglia o sus mecanismos inducidos por el estrés. "Estos tratamientos podrían ralentizar o incluso revertir la progresión del Alzheimer, ofreciendo esperanza a millones de pacientes y sus familias", concluyó Leen Aljayousi, coautor del estudio.
Este avance científico marca un paso importante hacia el desarrollo de terapias más efectivas para una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.