Por Medicina Responsable
26 de mayo de 2025Un proyecto liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) tiene como objetivo desarrollar réplicas virtuales mediante inteligencia artificial (gemelas digitales) de mujeres con cáncer avanzado. De este modo, se podrán sentar las bases para que, en futuros ensayos, pueda personalizarse más el tratamiento y anticiparse a la evolución del cáncer. Hasta la fecha, 150 mujeres con cáncer avanzado ya forman parte de este estudio pionero, lo que representa la mitad del objetivo total de participantes.
Los primeros resultados, presentados en el congreso European Society For Medical Oncology (ESMO), muestran que es posible hacer un seguimiento remoto de calidad, y que los datos obtenidos son lo suficientemente robustos como para entrenar modelos computacionales que permitirán generar estas gemelas virtuales.
El término “gemelas digitales” alude a la creación de un modelo virtual que busca replicar con precisión el estado de salud de una paciente en tiempo real. A diferencia de las historias clínicas tradicionales, integra múltiples capas de información, entre las que destaca la presencia de datos moleculares del tumor; indicadores del organismo en tiempo real recogidos con relojes inteligentes; información emocional y de calidad de vida recopilada a través de una aplicación móvil y los datos clínicos convencionales, como tratamientos y analíticas
Estos datos se van actualizando de manera constante, para permitir a los investigadores y médicos comprender mejor la evolución de la enfermedad y el impacto del tratamiento en cada paciente, prever efectos secundarios y ajustar las terapias en tiempo real.
Uno de los aspectos más innovadores de este proyecto es que no solo mide lo que ocurre en el tumor, sino también cómo envejece el cuerpo de la paciente durante el tratamiento. Gracias a un nuevo modelo de reloj biológico, desarrollado también en el CNIO, es posible estimar la edad biológica real del organismo a partir del ADN.
Este reloj detecta con precisión si el cuerpo de la paciente está envejeciendo más rápido de lo esperado, lo que puede estar influido por el tipo de tumor, la toxicidad de los tratamientos o incluso por factores emocionales. Con esta información, los médicos podrían valorar mejor el impacto del tratamiento y ajustar la intensidad o la combinación de terapias para cada paciente.