Por Lucía de Mingo
8 de septiembre de 2022Nos sentamos para comer, para ver la televisión, leer o simplemente hablar, pero ¿hasta qué punto puede afectar esto a nuestra salud? Un estudio de la Universidad Miguel Hernández de Elche ha revelado que las mujeres que superan los 50 años y permanecen sentadas la mayor parte del día tienen el triple de riesgo de muerte cardiovascular. La investigación ha sido liderada por el director del Grupo de Investigación Cardiovascular (GRINCAVA) de la Universidad ilicitana, José Antonio Quesada, y publicada en la 'Revista Española de Cardiología'.
Los investigadores han descubierto que la actividad física diaria que la mujer lleve a cabo en esta etapa de su vida es el factor que más se relaciona con la mortalidad cardiovascular. El segundo factor que más incrementa este riesgo es el tabaco, así, las mujeres fumadoras tienen un 81,6% más riesgo de morir por esta causa que aquellas que nunca han fumado. Por último, de acuerdo con el estudio, consumir verduras menos de una vez a la semana incrementa un 75,8% el riesgo de muerte cardiovascular respecto a consumirlas más de tres veces a la semana.
“El objetivo del estudio era conocer los hábitos de vida y las enfermedades crónicas asociadas con mayor riesgo cardiovascular en mujeres menopáusicas, así como construir una escala para cuantificar el riesgo de mortalidad por esta causa”, explica el doctor José Antonio Quesada.
Mujeres mayores de 50
El análisis incluyó a 5.953 mujeres, representativas de toda
España, con edades comprendidas entre los 50 y los 103 años. De ellas, el
42% tenía hipertensión arterial, el 34% hipercolesterolemia y el 14% diabetes.
Los investigadores realizaron un seguimiento de la mortalidad desde 2011 hasta
2017; es decir, un total de seis años. En ese periodo de tiempo, el 4% de
las mujeres falleció por causa cardiovascular.
Respecto a las variables sociodemográficas estudiadas, la edad es la única variable que presenta diferencias en el riesgo de muerte. “Por cada año que la mujer va cumpliendo, el riesgo de mortalidad cardiovascular aumenta un 14%”, explica el investigador.
Los resultados del estudio han permitido la creación de una escala de riesgo específica de fácil uso y directamente aplicable a mujeres postmenopáusicas con una elevada capacidad predictiva del riesgo de muerte. Las coordinadoras del Grupo de Trabajo de Mujeres en Cardiología de la SEC, las doctoras Antonia Sambola y Milagros Pedreira consideran “muy relevantes” los resultados de este estudio porque “pueden ayudar a diseñar programas de educación sanitaria para mejorar estos aspectos”.
En concreto, “los datos asocian claramente la inactividad física a mayor riesgo cardiovascular, penalizando y ensombreciendo el pronóstico en las mujeres”. Por ello, hacen hincapié en lo importante que es fomentar la actividad física con regularidad en todos los programas de educación sanitaria a cualquier edad.