Por Andrea Martín
9 de febrero de 2023Investigadores de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, han logrado, mediante la utilización de ácido valproico, un fármaco para tratar las convulsiones, el trastorno bipolar y la prevención de migrañas, reprogramar los corazones de los donantes con el fin de duplicar su vida antes de ser trasplantados.
El trasplante de órganos es un procedimiento que salva la vida de muchos pacientes, pero a veces se ve obstaculizado por los estrictos límites de tiempo. Para garantizar el éxito en un trasplante de corazón, el órgano no debe superar las cuatro horas fuera del cuerpo del donante antes de ser trasplantado. Pasado ese tiempo, las probabilidades de que no funcione bien aumentan .
Ahora, gracias a esta investigación, publicada en la revista “Science Translational Medicine”, se ha logrado reprogramar los corazones de los donantes para que produzcan una molécula, llamada itaconato. Esta molécula duplica el tiempo que puede almacenarse y transportarse el corazón y mejora su funcionamiento una vez trasplantado. "Esta tecnología podría suponer un cambio de paradigma, no sólo para prolongar el tiempo que un corazón puede estar fuera del donante durante su transporte, sino también para mejorar su función tras el trasplante", afirma el doctor Paul C. Tang, autor principal del estudio y cirujano especialista en trasplantes cardíacos de la Universidad de Michigan.
Entre el 10% y el 20% de los trasplantes de corazón sufren una disfunción primaria del injerto. Esto es un trastorno que impide bombear la suficiente sangre para llegar a todo el organismo y es el responsable de casi el 40% de las muertes prematuras tras realizar un trasplante.
Los investigadores buscaron la manera de reducir este trastorno aumentando la producción de itaconato mediante el ácido valproico. Esto neutralizó los efectos del succinato, la molécula que se acumula en el corazón mientras está almacenado en hielo esperando a ser trasplantado, y que produce el mal funcionamiento de este órgano tras un tiempo determinado. "Mediante un análisis metabolómico, descubrimos que el ácido valproico puede reprogramar el corazón del donante para que produzca itaconato, beneficioso durante la conservación", explica Tang.
Los investigadores afirman que esto tendrá un gran impacto en el panorama de los trasplantes de órganos.