Por Pedro Martínez
14 de agosto de 2025La disfunción eréctil no es solo una dificultad de carácter sexual, también puede ser un síntoma de problemas de cardiovasculares. Esto se debe a que ambas patologías comparten factores de riesgo como la edad, la hipertensión, el tabaquismo o el sobrepeso, entre otros. Este es un trastorno que afecta al 10% de la población masculina y su diagnóstico suele realizarse entre los 40 y los 70 años, momento en el que el porcentaje de afectados aumenta hasta el 45%.
La disfunción eréctil supone la incapacidad del paciente para lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para mantener una relación sexual normal. Esto desemboca en alteraciones vasculares, neurológicas u hormonales, además de importantes factores psicológicos como estrés, ansiedad e incluso depresión. Este problema puede presentarse de manera temporal, aunque es posible que permanezca en el tiempo, lo cual supone un serio problema de salud emocional y física del paciente
Su posible relación con problemas cardiovasculares hace que sea recomendable acudir a un profesional en el primer momento en el que se empiecen a experimentar síntomas de disfunción eréctil ya que puede mejorar la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares graves y desconocidas por el paciente hasta el momento. Además, la disfunción tiene un importante impacto en la salud psicológica y física del paciente resultando en un empeoramiento considerable de la calidad de vida de éste y de los que le rodean.
Para tratar la disfunción existen diferentes métodos poco invasivos como la radiología vascular o la intervencionista.
En España, entre 1,5 y 2 millones de hombres conviven con este trastorno sexual, que es el más común en varones. Pese a su alta prevalencia, persiste un fuerte estigma que dificulta la búsqueda de ayuda médica. Y es que sigue representando un cierto tabú, un silencio que únicamente conlleva a que el problema no se solucione e incluso a la búsqueda de pseudotratamientos caseros que pueden poner en riesgo la salud del paciente.
Es necesario que tenga en cuenta que la disfunción eréctil es la punta del iceberg de muchos problemas de salud que pueden ser más graves. En muchas ocasiones, la disfunción se presenta como aviso de otras muchas patologías que necesitan ser tratadas. Por lo que, si el paciente oculta la disfunción y no busca ayuda en un profesional, es muy probable que el resto de patologías que puedan estar padeciendo avancen hacia diagnósticos peores y mucho más complicados de tratar.