Por Andrea Rivero
27 de marzo de 2023Escoger entre lactancia materna y lactancia con leche de fórmula es una de las decisiones más importantes para aquellos padres que acaban de tener un bebé. Miles de madres primerizas se han encontrado en la misma encrucijada: “¿Le doy el pecho a mi bebé? ¿La leche de fórmula es mala? ¿Si no le doy el pecho tendrá problemas al crecer?” Y así, cientos de preguntas más que preocupan a cualquier mujer que comienza su periplo por el mundo de la maternidad. Existen muchos bulos y falsas creencias al respecto, por ello, es importante aportar un poco de luz a este tema.
En España, pese a que se estima que el 98% de las madres desea dar el pecho como primera opción, solo el 68% lo consigue, debido principalmente a problemas derivados de la lactancia (46%) y a la mastitis (25%), que pueden impedir o dificultar que una madre lacte con normalidad.
La lactancia materna ayuda al bebé a defenderse de las infecciones, a prevenir las alergias y a proteger contra diversas afecciones crónicas, por ello, de acuerdo con la doctora Susana Ares Segura, coordinadora del área de lactancia materna del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, “la leche materna es el alimento ideal para los recién nacidos. Aporta nutrientes específicos, factores inmunológicos inigualables y fortalece el vínculo materno desde el primer instante de vida extrauterina. La lactancia materna debe ser considerada como un derecho de los niños y niñas”.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud, (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y continuarla de manera complementaria con otros alimentos hasta los dos años o más.
Pero, no siempre es posible la implementación de la lactancia materna, ya sea por impedimentos médicos o por motivos socioculturales. “En estos casos de ausencia o insuficiencia de leche materna, las fórmulas infantiles o sucedáneos, regulados normativamente, constituyen una buena opción para sustituir o completar la alimentación del lactante”, explica la doctora, que recuerda que, “las leches de sustitución son, según la OMS, ‘medicinas nutricionales’ y no productos de consumo común y corriente. La OMS también incluye las indicaciones médicas para su utilización y, como tales, deben ser prescritas por un médico”.
Por otro lado, está científicamente demostrado que los niños alimentados con fórmula tienen más grasa en los tejidos del cuerpo, que los alimentados con leche materna. “Por lo tanto, es importante vigilar el peso de los bebés alimentados con fórmula para evitar el sobrepeso y la obesidad en los primeros años de vida”, añade la pediatra.
Existe un gran desconocido por una gran parte de la sociedad que, según los expertos, es una opción muy buena para las madres que no pueden dar el pecho a sus bebés. Hablamos de la leche pasteurizada de banco de leche humana que, según la doctora Ares, “es la segunda mejor opción, después del amamantamiento natural. Si tampoco es posible la alimentación con leche humana pasteurizada, es cuando se puede considerar la alimentación en base a las leches de fórmula”.
El problema con este tipo de leche es que solo está disponible en aquellas regiones que tienen bancos y, aun así, su disponibilidad para los lactantes sanos solo es posible en algunos países como Noruega y Suecia y en algunos estados de Estados Unidos. En España también existen bancos de leche materna, pero se reservan para casos concretos. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid solo pueden acceder a ellos los menores de 1.800 gramos, mientras no dispongan de leche de su propia madre o hasta que alcancen ese peso; niños con malformaciones del tubo digestivo, que requieren cirugía en el periodo neonatal; bebés con cierto tipo de cardiopatías que pueden comprometer al intestino o niños en situación de extrema gravedad.
Desde la industria son conscientes de que encontrar un sustituto idéntico a la leche materna es, de momento, imposible, pero eso no implica que no intenten alcanzar la fórmula casi perfecta. Según han explicado a Medicina Responsable desde la división de nutrición especializada de Danone, quienes comercializan la leche de fórmula Almirón, “nuestro equipo de científicos y expertos lleva más de 50 años investigando los componentes de la leche materna con el objetivo de desarrollar las mejores soluciones nutricionales para el crecimiento saludable del bebé. Todos nuestros descubrimientos sobre la nutrición en estas primeras etapas de la vida marcan la base de cada una de las fórmulas que ponemos a disposición de las familias”.
El objetivo principal de este tipo de leches es cubrir las necesidades nutricionales fundamentales de los bebés. “Además de ayudar al mejor crecimiento y desarrollo saludable del niño, muchos de nuestros productos son la única fuente de alimentación posible para bebés y para niños que viven en situaciones en las que su nutrición puede estar comprometida, como los casos de bebés prematuros, con enfermedades metabólicas u otras situaciones de riesgo de desnutrición pediátrica”, por lo que este tipo de productos no se pueden demonizar, como ha ocurrido en algunas ocasiones.