Por Andrea Martín
19 de diciembre de 2022Si hay algo que cualquier usuario de gafas desea, sobre todo en los meses más duros de la pandemia, cuando ha sido obligatorio el uso de mascarilla, es evitar que los cristales de sus lentes se empañen. Este sueño parece estar un poco más cerca gracias a investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH), en Suiza, que han desarrollado un recubrimiento, creado a base de partículas de oro, que es capaz de absorber la luz del sol y transformarla en calor, evitando así el tan molesto vaho de los cristales.
El recubrimiento tiene un enfoque diferente de los métodos convencionales. Tradicionalmente, las superficies están recubiertas por moléculas que atraen el agua, lo que provoca la propagación de la condensación y estos evitan que eso pase. En cambio, el nuevo método calienta la superficie evitando que asi se forme la condensación como se utiliza en la luneta trasera de un coche. Hächler señala que, la calefacción eléctrica es ineficiente y derrocha energía mientras que el nuevo revestimiento se calienta de forma pasiva y no requiere, durante el día, ninguna fuente de energía adicional.
Lo innovador de este nuevo recubrimiento, que puede aplicarse al vidrio y a otras superficies como las gafas o los cristales de los coches, es que absorbe la luz de forma selectiva. La mitad de la energía solar reside en el espectro infrarrojo y la otra en el espectro de la luz visible. "Nuestro revestimiento absorbe gran parte de la radiación infrarroja, lo que provoca un calentamiento de hasta ocho grados centígrados. Como solo absorbe parte de la radiación visible, el revestimiento es transparente", explica el estudiante de doctorado de ETH Iwan Hächler.
Una de las preocupaciones que puede tener este método es que el oro puede ser caro, pero los investigadores subrayan que su recubrimiento requiere tan poco material que los costes siguen siendo bajos. El revestimiento está formado por minúsculos y finísimas lineas de oro.