Por Andrea Martín
6 de febrero de 2025Un equipo liderado por el doctor Kerry Ressler, director científico del Hospital McLean y profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard, ha logrado avances significativos en la comprensión del trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros trastornos de ansiedad. Su investigación, publicada en Nature Genetics (2024), representa un hito en la identificación de factores genéticos y neurobiológicos asociados a estas condiciones.
El estudio, que constituye el análisis de asociación de todo el genoma (GWAS) del TEPT más grande realizado hasta la fecha, ha examinado a más de un millón de sujetos, identificando alrededor de 100 loci genéticos significativos relacionados con el trastorno. Este hallazgo abre nuevas posibilidades para desarrollar tratamientos más específicos y efectivos basados en la biología molecular.
El doctor Ressler destaca la importancia de estas investigaciones en la intersección entre neurociencia molecular y psiquiatría clínica. Su equipo ha analizado cómo la amígdala, una estructura clave en el procesamiento del miedo y el trauma, responde a nivel celular y genómico. "Espero que nuestro trabajo conduzca a nuevos enfoques terapéuticos e incluso a estrategias de prevención del TEPT en escenarios críticos, como emergencias médicas, conflictos bélicos o desastres naturales", explica el investigador.
Entre las innovaciones empleadas por su laboratorio, se encuentran tecnologías de última generación como imágenes de calcio celular y optogenética interseccional, que permiten estudiar con precisión los mecanismos cerebrales subyacentes a las respuestas al miedo. Además, en recientes publicaciones en Science (2024), se han presentado hallazgos innovadores sobre estudios cerebrales post mortem de pacientes con TEPT y depresión, lo que refuerza la importancia de la investigación neurobiológica en la psiquiatría.
El recorrido académico y profesional del doctor Ressler también ha sido clave en sus aportes al campo. Con una formación en informática en el MIT y un enfoque temprano en biología molecular y neurociencia de sistemas, su trabajo ha estado influenciado por su colaboración con la doctora Linda Buck, ganadora del premio Nobel. Su dedicación a utilizar herramientas genómicas para comprender y tratar enfermedades psiquiátricas representa un paso crucial hacia intervenciones basadas en evidencia científica.
Con estos avances, la comunidad científica se acerca cada vez más a una comprensión integral del TEPT, allanando el camino para tratamientos más precisos y personalizados en el futuro.