Congelar óvulos, una solución para posponer la maternidad

La preserva ovárica o congelación de óvulos, se ha multiplicado por diez entre 2011 y 2021 en España. A pesar del cierre de numerosas clínicas de fertilidad durante el confinamiento, la doctora Graciela Köhls, ginecóloga de IVI Madrid, asegura que “la congelación de óvulos por parte de mujeres mayores de 35 años ha aumentado casi un 75% en los últimos cinco años” lo que refleja una tendencia creciente en la sociedad.

Un ejemplo es Mercedes, una mujer que vitrificó 13 óvulos en una clínica hace tres años porque, como ella asegura, no puede tener hijos por motivos de trabajo y asuntos personales y prefiere guardar sus óvulos para más adelante.

Pero las razones sociales o laborales no son las únicas. Entre las pacientes de Graciela se encuentran mujeres que "sufren endometriosis o pacientes oncológicas". Todas ellas aprovechan su edad fértil para congelar sus ovocitos a -196°centígrados con el fin de fecundarlos y transferirlos cuando quieran ser madres. Eso sí, el éxito de esta terapia "no está siempre garantizado. Solo un 40% de mujeres mayores de 35 años lo logran", explica Köhls.

Pasos para vitrificar los óvulos

En la primera consulta, el equipo médico realiza un análisis ginecológico completo y explica a la paciente los diferentes pasos para vitrificar los ovocitos. Después, se le realiza una entrevista y una analítica general para descartar contraindicaciones para la estimulación.

Una vez superada esta primera fase, se realiza una ecografía a la paciente dentro de los tres primeros días del ciclo menstrual para más tarde iniciar la estimulación ovárica con hormonas y conseguir más de un óvulo maduro. La medicación se administra por inyecciones subcutáneas para que la paciente produzca más óvulos de los normales en un solo periodo. El objetivo es que genere entre diez y veinte óvulos para que éstos puedan ser recolectados. Esto suele durar unos 10 días aproximadamente y se van haciendo ecografías cada tres días.

Por último, se extraen los óvulos por vía vaginal y bajo sedación. Es un proceso ambulatorio, sin más efectos que el de la anestesia local, en el que por vía vaginal se penetra hasta las trompas para aspirar los óvulos liberados en la ovulación. Para que no resulte molesto para la paciente, la extracción de los óvulos se hace bajo sedación en el quirófano. El procedimiento dura unos 15-20 minutos y el objetivo es conseguir más de nueve óvulos, que una vez recogidos, son trasladados en probetas a las cámaras de nitrógeno líquido a una temperatura de -196°C. Después, la paciente ya puede hacer vida normal y empezar el tratamiento médico cuando el especialista lo recomiende.

El tratamiento puede provocar en algunos casos retención de líquidos temporal y dolores abdominales por causa de una hiperestimulación.

Almacén de óvulos
Los óvulos vitrificados y el semen congelado se almacenan en unos tanques específicos que mantienen constantes esas bajísimas temperaturas y cuentan con un doble sistema de alarma para garantizar que la temperatura permanezca en el rango óptimo en todo momento.

Gracias a estas técnicas, los gametos (óvulos y espermatozoides) pueden permanecer ajenos al paso del tiempo hasta que las pacientes deseen tener un bebé. El precio de un tratamiento de congelación de óvulos está en torno a los 2.600 euros y la fecundación in vitro en torno a los 5.000 euros. Una vez congelados, los óvulos pueden permanecer el tiempo que sea, sin que se vea alterada su calidad. El pago es anual, una vez pasa el primer año que se entra en el tratamiento.

La reserva ovárica de una mujer al llegar a la pubertad es de unos 400.000 ovocitos, pero solo unos 400 se llegan a ovular en toda la etapa reproductiva. A partir de los 30 años se reducen progresivamente la calidad y viabilidad de los óvulos para dar fetos sanos. Es por ello por lo que una congelación ovárica antes de dicha edad puede ser una muy buena solución.

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