El 12 de Octubre aplica la biopsia líquida para detectar la eficacia del tratamiento contra el cáncer

El linfoma folicular es el segundo tipo de linfoma más común. Afecta a los ganglios linfáticos y principalmente se extiende a la médula ósea y el bazo. Aunque en general los pacientes con este cáncer responden bien a los tratamientos, existe un 20% cuya supervivencia no supera los cinco años y suele recaer a los 24 meses del tratamiento inicial. Es por ello que investigadores del Hospital Universitario 12 de Octubre han desarrollado un test que, a través de una biopsia líquida, es capaz de identificar de manera precoz aquellos pacientes en los que fracasará el tratamiento, permitiendo ajustar las terapias y hacerlas más individualizadas y, en aquellos casos que lo necesiten, más intensas.  

Este test consiste en una analítica o biopsia líquida en la que se estudia el ADN mediante técnicas de secuenciación masiva. Los resultados que se obtienen permiten analizar las mutaciones de cada paciente de forma específica. ¿Cómo saben en qué pacientes no será eficaz el tratamiento? Tras la terapia, las mutaciones desaparecen, excepto en aquellos que van a tener un mal pronóstico, dejando una huella que puede comprobarse mediante este test.  

Esta herramienta se ha probado tanto al finalizar los seis ciclos de tratamiento inicial como en medio del tratamiento, tras cuatro ciclos y en 15 días se puede conocer el pronóstico que tendrá cada paciente.  

La doctora Ana Jiménez Ubieto, investigadora principal de este proyecto, cree que las nuevas estrategias para poder identificar a pacientes con enfermedades neoplásicas con diferente pronóstico de manera precoz son esenciales para poder adaptar la terapia de manera personalizada, evitando repeticiones de tratamiento y mejorando su calidad de vida. “Esta sencilla prueba puede ser la base para el desarrollo de ensayos clínicos adaptados y para identificar mejor a los pacientes que van a responder a las nuevas estrategias de tratamiento”, afirma. 

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