Por Julia Porras
29 de junio de 2022La crisis sanitaria provocada por el coronavirus nos ha hecho testigos de un importante salto en el desarrollo de tratamientos médicos y científicos que hasta hace unos años podrían habernos parecido ficción. Uno de ellos ha sido la creación de las vacunas de ARN mensajero para luchar contra el SARS-CoV-2. Pero su rápido desarrollo y lanzamiento no hubiera sido posible de no haber contado con años previos de investigación de esta nueva tecnología. De hecho, el ARN mensajero no solo es útil para la producción de vacunas, sino que presenta un amplio abanico de posibilidades para enfermedades raras, oncológicas e infecciosas.
Explorar nuevas aplicaciones de esta tecnología para tratar patologías previamente intratables de cara al futuro, la posibilidad que brinda la medicina personalizada, los biomarcadores y el estudio de la genómica, han sido los temas centrales de debate de la primera edición de ‘Esto es ciencia, no ficción’, iniciativa impulsada por Pfizer y que ha contado con la participación del Dr. Ángel Carracedo, coordinador del Grupo de Medicina Genómica de la Universidad de Santiago de Compostela y director de la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica (SERGAS); el Dr. Uwe Schoenbeck, vicepresidente senior de Worldwide Research and Development de Pfizer; Sergio Rodríguez, director general de Pfizer España; y Maite Hernández, directora de Comunicación de Pfizer para el sur de Europa.
ARNm: más allá de la vacuna COVID-19
Las claves para la investigación y el desarrollo de nuevos abordajes terapéuticos que se basen en la tecnología del ARNm pasan, según el doctor Uwe Schoenbeck, por varios factores clave como son la inversión en desarrollo y tecnologías para el diseño, entrega y fabricación de estas vacunas de ARN mensajero, y la expansión de estas vacunas a otras enfermedades como la gripe, el herpes zóster y enfermedades genéticas raras.
“Revolucionaria e innovadora son dos palabras que definen perfectamente a la tecnología del ARN mensajero”, afirma el doctor Schoenbeck.
Las grandes revoluciones para la base de la medicina
La tecnología de ARN mensajero tiene grandes aplicaciones para el futuro de la medicina, especialmente para la medicina personalizada cuyos avances cada vez cobran más importancia. “La medicina personalizada es una de las revoluciones que pueden cambiar el futuro de la medicina tal y como la conocemos y que ya ha comenzado con gran fuerza. Gracias a ella será posible desarrollar medicamentos que funcionen mejor, tengan mayor eficacia y menos efectos adversos en grupos de individuos”, ha señalado el Dr. Ángel Carracedo. Para Carracedo, la medicina personalizada tendrá, además, una gran implicación en la medicina preventiva del futuro, permitiendo identificar a aquellos grupos de personas con más probabilidades de padecer una patología, normalmente crónica, y abordar estas enfermedades en sus estadios iniciales, o incluso antes de que lleguen a desarrollarse.
Para el desarrollo de la medicina personalizada ha sido clave el estudio de los biomarcadores. Según el doctor Carracedo, “son los que nos diferencian y nos permiten reducir en grupos a los pacientes, de cara a lograr personalizar tratamientos y medicinas y, mejorando la eficacia de las terapias ofrecidas a los pacientes.”
Gracias a estos estudios de biomarcadores se ha podido descubrir cómo algunos pacientes, con según qué biomarcadores, tienen diferentes reacciones a tratamientos y medicamentos. A partir de este concepto se puso en marcha la farmacogenética, con el objetivo de tratar a los pacientes con los fármacos apropiados para cada uno. “Hay medicamentos que ya cuentan con esta información en sus fichas técnicas, especificando biomarcadores que son obligatorios o accionables,” ha concluido.