Más cerca del anticonceptivo masculino a la carta

Investigadores de la Universidad de Weill Cornell, en Estados Unidos, han desarrollado un candidato a fármaco anticonceptivo masculino que es capaz de paralizar los espermatozoides y prevenir embarazos en modelos preclínicos con ratones. Según los coautores principales del estudio, el doctor Jochen Buck y el doctor Lonny Levin, este descubrimiento, cuyos resultados han sido publicados en la publicación Nature Communications, podría cambiar las reglas del juego en el campo de la anticoncepción. 

Con tan solo una dosis del inhibidor de la enzima sAC, responsable de que los espermatozoides se puedan mover y desarrollar correctamente, se ha logrado inmovilizar el esperma de los ratones hasta dos horas y media. Después de tres horas, algunos espermatozoides comenzaron a recuperar la movilidad y, a las 24 horas, casi todos recuperaron el movimiento normal.

El hallazgo ha sido posible porque, tras dos años de investigación, el equipo descubrió que los ratones modificados genéticamente para no tener esta enzima son infértiles. Posteriormente, en 2018, la doctora Melanie Balbach, asociada postdoctoral en su laboratorio, hizo un hallazgo emocionante mientras trabajaba en los inhibidores de sAC como un posible tratamiento para una afección ocular. Descubrió que los ratones, a los que se les administró un fármaco que inactiva el sAC, producen espermatozoides que no pueden propulsarse hacia adelante. Basándose en esa evidencia, el equipo comenzó a investigar si la inhibición de esta enzima podría ser una opción anticonceptiva segura también para los humanos.

"Nuestro inhibidor empieza a funcionar entre los 30 minutos y una hora", señala la doctora Melanie Balbach. "Todos los demás anticonceptivos masculinos hormonales o no hormonales experimentales tardan semanas en reducir el conteo de espermatozoides o hacerlos incapaces de fertilizar óvulos". Además, añade que, dado que los inhibidores de esta enzima desaparecen en cuestión de horas y los hombres lo tomarían solo cuando fuese necesario, podrían permitirles tomar decisiones diarias sobre su fertilidad y, por lo tanto, a la carta.

Los preservativos, que existen desde hace unos 2.000 años, y las vasectomías han sido las únicas opciones para los hombres hasta la fecha. El próximo paso para el equipo es repetir sus experimentos en un modelo preclínico diferente. Si el desarrollo del fármaco y los ensayos clínicos tienen éxito, el doctor Levin afirma que lo que esperan es entrar a una farmacia algún día y escuchar a un hombre pedir "la píldora masculina".      

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