Por Medicina Responsable
5 de junio de 2024Investigadores de la University College de Londres (Reino Unido) han demostrado que los adolescentes con adicción a internet sufren cambios en el cerebro que podrían acabar en comportamientos y tendencias adictivas adicionales. Los resultados, publicados en PLOS Mental Health, analizaron los datos de 12 estudios previos con imágenes de resonancia magnética funcional, llevados a cabo en jóvenes de entre 10 a 19 años en países de Asia (Corea, China e Indonesia).
Los efectos se observaron en múltiples redes neuronales en el cerebro de los adolescentes. Por un lado, se produjo una combinación de aumento y disminución de la actividad en las partes del cerebro que se activan en reposo (la red de modo predeterminado). Por otro lado, hubo una disminución general en la conectividad funcional en las partes del cerebro involucradas en el pensamiento activo (la red de control ejecutivo).
Los investigadores descubrieron que estos cambios conducían a conductas y tendencias adictivas en los adolescentes, así como a cambios de conducta asociados con la capacidad intelectual, la coordinación física, la salud mental y el desarrollo.
De acuerdo con el autor principal del informe, Max Chang (Instituto de Salud Infantil Great Ormond Street de la UCL) “la adolescencia es una etapa de desarrollo crucial durante la cual las personas pasan por cambios significativos en su biología, cognición y personalidad. Como resultado, el cerebro es particularmente vulnerable a los impulsos relacionados con la adicción a Internet durante este tiempo, como el uso compulsivo de Internet, los antojos de usar el ratón o el teclado y el consumo de medios. Los hallazgos de nuestro estudio muestran que esto puede conducir a cambios de comportamiento y de desarrollo potencialmente negativos que podrían afectar a la vida de los adolescentes. Por ejemplo, pueden tener dificultades para mantener relaciones y actividades sociales, mentir sobre la actividad en línea y experimentar alimentación irregular y trastornos del sueño".
Sin embargo, el científico David Ellis, del Instituto de Seguridad y Comportamiento Digitales de la Universidad de Bath, en declaraciones a Science Media Centre España (SMC), asegura que “de estos estudios no se puede extraer una relación causa-efecto". Según el científico, lo más importante es que “estas evaluaciones están escasamente asociadas con el tiempo real que alguien pasa utilizando tecnologías digitales, incluido internet”. De hecho, hace hincapié en que “cualquier asociación entre conectividad funcional y adicción a internet está a merced de múltiples factores”, por lo que hace casi imposible “extraer conclusiones sólidas de los trabajos revisados”.
Al otro lado se encuentran los autores del estudio, quienes apuestan por los resultados hallados, esperando que “demuestren cómo la adicción a internet altera la conexión entre las redes cerebrales en la adolescencia, permitiendo a los médicos detectar y tratar la aparición de la adicción a internet de forma más eficaz”. Al mismo tiempo aseguran que los médicos “podrían prescribir tratamientos dirigidos a determinadas regiones del cerebro o sugerir psicoterapia o terapia familiar dirigida a síntomas claves de la adicción a internet”.