Por Clara Arrabal
25 de septiembre de 2025El abordaje del cáncer es uno de los principales retos de los sistemas de salud de todo el planeta. Y lo seguirá siendo al menos 25 años más, según los datos de un último estudio publicado en The Lancet. “La mortalidad por cáncer en el mundo aumentará un 75% desde ahora y hasta 2050, fecha en la que se producirán 18,6 millones de fallecimientos”, afirma este informe, denominado Estudio de la Carga Mundial de Enfermedades.
El estudio afirma también que en una de cada cuatro de estas defunciones podrían evitarse, pues se deben a factores de riesgo prevenibles; y que el incremento de la mortalidad afectará mayormente a los países con rentas más bajas, además de los que cuenten con una población más envejecida. “El cáncer sigue siendo un factor importante en la carga de morbilidad a nivel mundial, y nuestro estudio destaca cómo se prevé un crecimiento sustancial en las próximas décadas, con un crecimiento desproporcionado en países con recursos limitados”, afirma la doctora Lisa Force, autora principal del estudio, del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington.
Para realizar la investigación, un equipo internacional de científicos ha tenido en cuenta la incidencia y mortalidad del cáncer en todo el mundo desde el año 1990. Concretamente, se han utilizado registros poblacionales de cáncer, sistemas de registro civil y entrevistas con familiares o cuidadores de personas fallecidas por cáncer en 204 países y territorios para 47 tipos o grupos de esta enfermedad.
“El artículo es de calidad y se ha realizado de acuerdo con la metodología habitual en este tipo de estudios. Los autores son de una institución reconocida internacionalmente por este tipo de estimaciones mundiales”, ha explicado a Science Media Centre España Josep M. Borràs, coordinador científico de la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud, director del Plan Catalán de Oncología y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Barcelona.
Según los resultados del informe, desde el comienzo de los años 90 hasta el año 2023, se produjo un aumento de casi un 75% de muertes por esta causa, con más del 40% de todas ellas asociadas a circunstancias evitables. Además, de cara al futuro, sus estimaciones indican que para el año 2050 tendrá lugar un crecimiento similar de la mortalidad.
En este punto, los expertos destacan que hay dos aspectos clave a destacar: dónde y a quién afectará con mayor relevancia. “Los países donde, en términos relativos, crecerá más el número de casos de cáncer serán aquellos con el nivel de desarrollo más bajo. Por lo tanto, estos países se encontrarán con el desafío del cáncer cuando todavía tienen otras patologías infecciosas como principal problema de salud. Un reto muy complejo de gestionar”, explica Josep M. Borràs.
Por otro lado, según el experto, “el crecimiento del número de nuevos casos será muy elevado como consecuencia de la evolución demográfica y de las tendencias existentes de factores de riesgo”, por lo que las poblaciones más envejecidas serán las que más sufran sus consecuencias. En este sentido, afirma Borràs, “debemos realizar mayores esfuerzos en la prevención del cáncer, junto con la mejora de los recursos dedicados al diagnóstico y al tratamiento”.
El estudio también matiza qué tipos de cáncer son los más comunes. A la cabeza se encuentra el de mama, que es el más diagnosticado en todo el mundo; y los de tráquea, bronquios y pulmón se convirtieron en la principal causa de muerte por esta patología. Además, confirman que un mayor porcentaje de muertes en hombres estuvieron relacionadas con el consumo de tabaco y alcohol, una dieta insalubre, riesgos laborales o contaminación del aire. Sin embargo, en el caso de las mujeres las mayores tasas de defunción se asociaron a relaciones sexuales inseguras, obesidad, mala alimentación o altos niveles de azúcar en sangre. Estas causas son solo algunos de los 44 factores de riesgo “potencialmente modificables” que han hallado los investigadores al realizar el estudio, es decir, causas de muerte prevenibles o evitables.
Por todo ello, el informe insta a los sistemas sanitarios de todo el planeta a realizar una extensa labor en prevención del cáncer, y que esta sea un componente prioritario en las políticas de las naciones, sobre todo de las que tienen ingresos medios o bajos. “Este es un desastre inminente porque existen intervenciones rentables en países en todas las etapas de desarrollo. Estas estimaciones de la carga de cáncer pueden contribuir a ampliar el debate sobre la importancia del cáncer y otras enfermedades no transmisibles en la agenda de salud global. Para controlar el crecimiento se necesita urgentemente un enfoque interdisciplinario y la colaboración entre los distintos sectores”, explica la doctora Meghnath Dhimal, del Consejo de Investigación en Salud de Nepal.