Por Medicina Responsable
30 de julio de 2025La Comisión Europea ha aprobado Blenrep (belantamab mafodotina) para el tratamiento del mieloma múltiple desde la primera recaída y Darzalex (daratumumab) para el del mieloma múltiple quiescente de alto riesgo, un subtipo de esta patología que se caracteriza por tener una progresión más rápida y un peor pronóstico.
Blenrep (belantamab mafodotina), de la compañía GSK, ha sido autorizado en combinación con bortezomib y dexametasona (BVd) en pacientes que han recibido al menos un tratamiento previo, y en combinación con pomalidomida más dexametasona (BPd) en pacientes que han recibido al menos un tratamiento previo que incluya lenalidomida.
Su aprobación se basa en los resultados de eficacia superior mostrados en los ensayos fase III, que incluyen un beneficio estadísticamente significativo y clínicamente relevante de supervivencia libre de progresión para estas combinaciones, frente a los tripletes estándar de tratamiento en ambos ensayos. "Representa un momento importante para los pacientes con mieloma múltiple desde primera recaída en la Unión Europea. Nuestro fármaco tiene el potencial de prolongar la remisión y mejorar la supervivencia, con una eficacia superior frente a los tratamientos estándar y la opción de administrarse de manera inmediata y sencilla en todos los hospitales", ha señalado el vicepresidente senior y responsable Global de Oncología, R&D de GSK, Hesham Abdullah.
Por otro lado, la Comisión Europea también ha dado luz verde al uso de Darzalex (daratumumab), de Johnson & Johnson, como primer tratamiento autorizado para pacientes con mieloma múltiple quiescente de alto riesgo. “Hasta ahora, la ausencia de terapias aprobadas había dejado a los médicos con opciones limitadas más allá de la observación, a pesar de la evidencia de que el 50% de esta población de pacientes progresa a mieloma múltiple activo en un plazo de dos años”, ha afirmado el profesor Meletios A. Dimopoulos, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y Capodistríaca de Atenas. Por ello, ha resaltado que esta aprobación “significa que los pacientes ya no tienen que vivir con la incertidumbre ni el miedo de esperar a que se produzca progresión sin tratamiento activo, sino que cuentan con la opción de poder tratar la enfermedad con intervención terapéutica”.
Cada año se diagnostican en Europa alrededor de 50.000 nuevos casos de mieloma múltiple (de los cuales, alrededor de 3.000 son en España). Esta patología es un tipo de cáncer de la médula ósea, en el que existe una proliferación anormal de células plasmáticas, aquellas encargadas de producir los anticuerpos que defienden al organismo de infecciones y otras sustancias extrañas.
Por su parte, el mieloma múltiple quiescente de alto riesgo es un precursor temprano del mieloma múltiple activo, que presenta carácter asintomático y en el que se pueden detectar células anormales en la médula ósea. Sin embargo, estos pacientes tienen un mayor riesgo de progresión a mieloma múltiple activo en comparación con aquellos con MMQ de riesgo estándar.