Por Julia Porras
12 de mayo de 2022Veinticuatro millones de personas en el mundo sufren este trastorno
mental, crónico, complejo y muy grave, de las cuales 400.000 están en España.
La esquizofrenia es una enfermedad incapacitante cuyos síntomas afectan a todos
los aspectos de la vida diaria del enfermo. Además, esta enfermedad tiene un
estigma social importante, ya que normalmente un paciente esquizofrénico sufre
incomprensión social y tiene dificultades para relacionarse y realizar
actividades cotidianas como trabajar o estudiar, relacionarse socialmente y llevar
una vida autónoma.
La esquizofrenia suele considerarse una enfermedad
neurodegenerativa clásica que consiste en diferencias fisiológicas en las
neuronas cerebrales, lo que provoca una menor conectividad neuronal. Los
enfermos con esta patología tienen un riesgo de mortalidad 2,4 veces mayor que
las personas que no lo sufren y tienen un riesgo de suicidio 10 veces mayor.
Se puede dar tanto en hombres como en mujeres, pero su prevalencia es mayor en
hombres entre los 20 y los 49 años.
No tiene cura, pero si tratamiento y para ello, Sanidad ha
aprobado un nuevo antipsicótico atípico e inyectable de acción prolongada, el
BYANNLI, de la farmacéutica Janssen, compuesto por palmitato de
paliperidona y que se administra de forma semestral, es decir, en solo dos
dosis al año para el tratamiento de pacientes esquizofrénicos adultos. Un
avance sustancial con respecto a los tratamientos existentes que se suelen
administrar trimestralmente o incluso mensualmente.
Síntomas y causas de la esquizofrenia
Son muchos y muy graves. Se pueden clasificar en cuatro
áreas: síntomas positivos, que consisten en delirios, alucinaciones, trastornos
del pensamiento y del movimiento; síntomas negativos, como falta de expresión
emocional, retraimiento social, pérdida de motivación, pérdida de interés; síntomas
afectivos, como estado de ánimo depresivo, ansiedad, pérdida de sueño y
apetito, pensamientos de muerte y suicidio; Y, por último, síntomas cognitivos,
que consisten en dificultades de concentración y memoria, incluyendo falta de
atención, reconocimiento facial y fluidez verbal.
No existe una causa para la esquizofrenia, se cree que
podría darse por una combinación de factores genéticos, del entorno y factores
psicosociales. Tampoco se disponen de pruebas diagnósticas específicas para
diagnosticar trastornos psiquiátricos. Pero afortunadamente existen
tratamientos que logran que el paciente pueda llevar una vida normal.
Los pacientes abandonan los tratamientos
El tratamiento generalmente consiste en una combinación de
medicación antipsicótica junto con psicoterapia, psicoeducación y autoayuda.
Sin embargo, el mayor problema de estos tratamientos no está en los
medicamentos en sí, sino en que cerca del 75% de las personas que viven con
esquizofrenia experimentan una recaída en los síntomas y esto se debe a
menudo a la falta de adherencia a la medicación prescrita. Se calcula que la
tasa de adherencia a tratamientos de esquizofrenia es de solo un 50%.
Gracias a estos tratamientos inyectables de larga duración, se logra aumentar esta adherencia a los tratamientos por parte de los pacientes puesto que es más fácil para un paciente ir dos veces al año a ponerse su medicación, que ir una vez al mes.
El profesor Eduard Parellada, director de la Unidad de Esquizofrenia del Instituto de Neurociencias del Hospital Clínic de Barcelona, afirma que “los tratamientos de larga duración tienen muchos beneficios, más allá de la prevención de la recaída. Son eficaces para mejorar la adherencia, algo fundamental en estas personas”. Además de mejorar la funcionalidad de los pacientes y su calidad de vida, estos inyectables han tenido una ventaja más durante la Covid, “si pensamos en la situación de pandemia que nos ha tocado vivir, estos fármacos han permitido asegurar la continuidad del tratamiento en muchos casos”, afirma Parellada.
Ventajas del nuevo medicamento bianual
Estos tratamientos inyectables han evolucionado de manera
que han aumentado su eficacia potencialmente. Así lo indica la profesora Mª Paz
García-Portilla, catedrática de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, que
apunta que lo que ha supuesto para los pacientes es que “en menos de 20 años,
se hayan beneficiado de tener que acudir a un centro sanitario para recibir su
medicación antipsicótica intramuscular de larga duración de 24 veces al año a
12 veces, para después pasara 4 y, ahora, a tan solo 2 veces al año”. Y afirma
además que “esta nueva formulación es un avance terapéutico muy significativo
que sitúa el tratamiento de la esquizofrenia un paso más cerca de la medicina
personalizada”.
Por otro lado, y como asegura el profesor Parellada, “cuanto más independientes son los pacientes de su medicación, cuantas menos dosis tienen que inyectarse al año, más pueden recuperarse y centrarse en realizar un proyecto de vida normal”.
El estudio que ha permitido la creación del BYANNLI
La autorización de esta terapia está avalada por los
resultados del estudio Route 6, en el que han participado 20 países,
entre ellos España, y en los que se demostrado que este nuevo antipsicótico
muestra resultados no inferiores a los inyectables trimestrales y mensuales con
una tasa de pacientes sin recaída en 12 meses de un 92,5%.
Con esta tasa de eficacia y seguridad, la doctora García-Portilla afirma que “muchos más pacientes se puedan beneficiar de este tratamiento y sus resultados, tanto personas que se encuentren en las fases iniciales de la enfermedad como aquellas que lleven más tiempo de evolución”, y es que las ventajas de los fármacos antipsicóticos intramusculares de larga duración son tantas que todas las personas con esquizofrenia deberían poder tener acceso a ellas.