Un nuevo fármaco podría alargar la vida de los pacientes con cáncer de próstata

Un estudio, que ha contado con la participación del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) en Barcelona, ha demostrado que el fármaco Rucaparib, que fue aprobado para su comercialización en 2019 para pacientes oncológicos principalmente de ovario, ha logrado retrasar el desarrollo del cáncer de próstata. De acuerdo con el estudio, publicado en la revista “New England Journal of Medicine”, los pacientes tratados con este fármaco tardan casi el doble en progresar la enfermedad que los que son tratados con la quimioterapia convencional en los tumores con mutaciones BRCA. Estas mutaciones, que aparecen entre el 8% y el 10% de los pacientes con cáncer de próstata, son un subgrupo con mal pronóstico donde los tratamientos no acaban funcionando. Por ello, el empleo de este fármaco seria una alternativa para estos pacientes.

El ensayo, denominado “TRITON3”, ha analizado a un total de 4.855 pacientes de los cuales 270 fueron tratados con el fármaco y el resto con tratamientos convencionales de quimioterapia. Tras el análisis, los resultados mostraron que los pacientes que habían sido tratados con el fármaco tardaron 11 meses en que la enfermedad progresara, en comparación con el grupo que recibió el tratamiento estándar que tardo, aproximadamente, seis meses. "Estos resultados confirman la entrada en la nueva era de la medicina personalizada de los pacientes con cáncer de próstata. Además, los resultados de este estudio son importantes ya que compara directament, al inhibidor contra el tratamiento quimioterápico convencional", afirma Josep Ma Piulats, segundo autor del estudio.

Para Piulats estos resultados abren una alternativa terapéutica mejor que la quimioterapia convencional por un grupo de pacientes con enfermedad muy agresiva.

El fármaco Rucaparib, aprobado por la Agencia Europea del Medicamento para su comercialización en 2019 e indicado para el tratamiento de pacientes oncológicos, es un inhibidor de PARP. Estas son unas enzimas que ayudan a reparar el daño en el ADN. Por ello, inhibir la acción de las PARP ayuda a impedir que las células cancerosas reparen el daño de su ADN logrando así que se destruyan.

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