Disponible en España un fármaco biológico para el asma grave

La farmacéutica AstraZeneca ha anunciado la disponibilidad de Tezspire® (tezepelumab) como tratamiento adicional de mantenimiento en pacientes de 12 años o más con asma grave que no están controlados adecuadamente con altas dosis de corticoides inhalados más otro medicamento controlador de la enfermedad. “Es el primer y único tratamiento biológico para pacientes graves de asma independientemente de su fenotipo”, ha comentado el doctor Darío Antolín, del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, durante la presentación del medicamento.

La aprobación de tezepelumab se basa en los resultados del programa de ensayos clínicos PATHFINDER, que incluyó los estudios fundamentales de fase III NAVIGATOR y fase II PATHWAY, en el que el fármaco demostró su superioridad en todos los criterios de valoración principales y secundarios en pacientes con asma grave mal controlada, en comparación con el uso de placebo, cuando se añadió al tratamiento con corticoides inhalados a dosis medias/altas más agonista beta2 de acción prolongada2. Según la doctora Andrea Trisán, neumóloga del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, “Tezepelumab nos invita al optimismo a la hora de abordar a los pacientes con asma grave mal controlado, sumándose al resto de tratamientos disponibles. Tal y como hemos visto en el análisis agrupado PATHWAY/NAVIGATOR, el tezepelumab ha demostrado reducir las exacerbaciones durante 52 semanas en pacientes con asma grave mal controlada, independientemente de los niveles iniciales de biomarcadores inflamatorios, lo que permite seleccionar el fármaco en un gran abanico de pacientes. Así lo contempla también la guía de recomendaciones para el manejo del asma grave GEMA 5.3, en la que es el primer biológico que ha sido recomendado en todos los perfiles de pacientes”.

Este medicamento ya ha sido aprobado por la FDA, por la Agencia Europea del Medicamento y, ahora, por el Ministerio de Sanidad, que lo ha aprobado y lo financia en su totalidad, para su dispensación hospitalaria. “Este fármaco viene a ocupar un hueco en el que ningún otro fármaco cabía. Porque hay un perfil de pacientes que no respondían y en el ensayo de fase 3 hemos visto que reduce las crisis durante muchas semanas y mejora la calidad pulmonar de los pacientes, lo que redunda en una mejor calidad de vida”, explica la doctora Trisán. Además, de su fiable evidencia científica, el perfil de seguridad es muy alto puesto que solo ha producido efectos adversos leves en entre un 6 y un 9% de los pacientes que lo han probado en el ensayo. “Síntomas que van desde una congestión de nariz a una pequeña urticaria”, ha explicado la doctora Trisán.

El asma grave

El asma es una enfermedad que afecta a más de 339 millones de personas en el mundo, a 14 millones en Europa y en España, donde varía por regiones, tiene una prevalencia de entre un 1 y un 5% de la población. Además, hasta el 10% de los pacientes asmáticos sufren asma grave.

El asma grave no controlada es una enfermedad debilitante, ya que los pacientes sufren exacerbaciones frecuentes (ataques o crisis), limitación de la función pulmonar y un deterioro de su calidad de vida. Asimismo, los pacientes con asma grave tienen un mayor riesgo de mortalidad y sufren el doble de riesgo de hospitalizaciones relacionadas con la enfermedad. También hay tener en cuenta la importante carga socioeconómica de esta enfermedad, ya que estos pacientes representan aproximadamente el 50% de los costes relacionados con el asma. “Esta patología supone un gasto muy grande para el sistema sanitario, porque no solo son los dos o tres ingresos al año en un hospital que puede tener un enfermo, sino también las graves y posteriores secuelas que puedan llevar a un enfermo de asma grave. Incluso la muerte”, ha dicho el doctor Antolín, que además ha apostillado que “el asma no se considera una enfermedad grave, pero en 2017 murieron 1.400 personas en España a causa de esta enfermedad”.

En todo caso el objetivo de este fármaco es conseguir que un niño de 12 años que sufra esta enfermedad pueda jugar un partido de fútbol entero y que una persona de 50 pueda dar un paseo. En definitiva, “que pueda llevar una vida normal”, asegura la doctora Trisán.

 

 

 

 

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