Por Gema Puerto
26 de mayo de 2022La innovación biomédica y la colaboración público-privada son las dos piedras angulares para hacer frente a las futuras crisis sanitarias.
Esa es la conclusión del informe “Aplicación de las lecciones aprendidas de la Covid-19”, que ha hecho público La Federación Internacional de la Industria del Medicamento (Ifpma), de la que forma parte Farmaindustria.
El documento, que se basa en la experiencia adquirida por uno de los sectores protagonistas de la pandemia, por haber sido el responsable de la fabricación de vacunas y tratamientos que han logrado controlarla, explica que la base de cualquier respuesta pandémica radica en que los líderes mundiales inviertan en la vigilancia de los patógenos (esto es, cualquier microorganismo capaz de producir alguna enfermedad) y operar en un entorno de intercambio ágil y sin obstáculos de los datos.
En el caso de que un país identifique un nuevo patógeno, los científicos de todo el mundo deben tener acceso a su información genética para que puedan comenzar a desarrollar medicamentos y pruebas diagnósticas. Además, las autoridades deben construir y defender ecosistemas de investigación que permitan a los científicos lograr avances.
La investigación
eje principal para la industria farmacéutica
Desde la aparición
de la Covid-19, compañías de todo el mundo han movilizado a
sus equipos de investigación para la búsqueda de distintos tratamientos. Hoy,
el número de investigaciones puestas en marcha demuestra que estamos
ante el mayor
esfuerzo investigador de la historia, tanto por el
volumen de ensayos clínicos, como por el corto espacio de tiempo en el que se
han desarrollado.
La investigación es la que ha impulsado el desarrollo de vacunas y tratamientos seguros y eficaces a una velocidad sin precedentes, que “sólo fueron posibles gracias a décadas de inversión en investigación y un marco propicio de propiedad intelectual que alentó la rápida y voluntaria colaboración entre los sectores privado, público y académico”, recuerda Jean Christophe Tellier, presidente de Ifpma.
La Federación Internacional de la Industria del Medicamento (Ifpma), también subraya la necesidad de fortalecer los sistemas sanitarios para asegurar que los Estados tengan suficiente capacidad para dar respuesta a estas situaciones de emergencia. “Colectivamente, necesitamos consolidar nuestros éxitos y corregir nuestros fracasos. No estábamos preparados para hacer frente al coronavirus, e incluso muchos de los sistemas de salud más avanzados del mundo se vieron abrumados por la mayor crisis de salud pública en más de un siglo”, ha explicado Thomas Cueni, director general de la Federación.
Vacunas para el
Tercer Mundo
Otra de las
lecciones aprendidas es mejorar el acceso equitativo a vacunas y
fármacos. Como recuerda el informe Covax, la iniciativa liderada por la Organización Mundial de la Salud para hacer
llegar las vacunas de Covid-19 a las poblaciones con menos recursos no
ha sido lo suficientemente dinámica en los países desarrollados.
En este sentido, la industria farmacéutica se compromete a contribuir de forma activa a que las personas más vulnerables tengan prioridad para recibirlos sin demora y sin importar su lugar de residencia.
Sin embargo, se ha demostrado que la disponibilidad de dosis no resuelve por sí sola la vacunación en países en desarrollo. Las medidas para hacer llegar vacunas deben acompañarse de recursos para su administración. Así, el principal reto para la vacunación en África, como reconocían hace unos meses los Centros Africanos para el Control de Enfermedades, ya no es la escasez de producto, sino los problemas logísticos y la información errónea de la población sobre la utilidad y la confianza en dichas vacunas.
“La Covid-19 nos ha enseñado lecciones incalculables. Usémoslas para hacer que nuestras defensas contra la próxima pandemia sean más ágiles, más robustas y, sobre todo, más equitativas. Esto sólo es posible con todas las partes interesadas trabajando juntas”, ha concluido Thomas Cueni, director general de la Federación.
Estas son las diez lecciones aprendidas, según IFPMA, para futuras pandemias:
1. Vigilar e intercambiar conocimiento sobre los nuevos patógenos
2. Impulsar las colaboraciones entre los sectores público y privado para acelerar la I+D y la fabricación
3. Anticipar acuerdos de mercado que respalden los planes de contingencia para la fabricación de productos contra una pandemia mundial
4. Generar sólidos ecosistemas de innovación biomédica
5. Prevenir interrupciones en las cadenas de suministro globales para no poner en riesgo la producción y la distribución
6. Establecer un mecanismo de adquisición de tratamientos para los países con rentas bajas
7. Trabajar con agilidad regulatoria y un marco normativo homogéneo para garantizar seguridad y velocidad de acceso a las terapias
8. Evitar el llamado nacionalismo de las vacunas
9. Fortalecer las infraestructuras de suministren las vacunas es fundamental para el éxito
10. La confianza en las vacunas es fundamental para el éxito
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