Por Gema Puerto
1 de febrero de 2023Medicamentos para el sistema nervioso, para tratar problemas cardiovasculares o fármacos de primera necesidad e imprescindibles como Rhinomer, Efferalgan o Almax. La lista de productos de primera necesidad que en la actualidad faltan en las farmacias es demasiado larga y los farmacéuticos ya no saben qué hacer para atender tan alta demanda.
Según los datos recogidos por el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CISMED), que han sido presentados en el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), en 2022, las incidencias en el suministro de medicamentos aumentaron en un 150% afectando a un total de 403 presentaciones.
Aunque todos los grupos terapéuticos se vieron afectados, los medicamentos que registraron mayor número de faltas fueron los destinados al sistema nervioso, que acapararon un 20% de las incidencias, seguidos de los terapéuticos cardiovasculares con un 19%, digestivos (14%) y respiratorios (13%). Además, se ha experimentado un incremento significativo en la falta de suministro de antibióticos pediátricos y antidiabéticos.
Entre las causas de la falta de medicamentos, las hay “múltiples y complejas”, según el CGCOF. Sobre todo destacan la centralización de la producción, la escasez de materias primas procedentes de países asiáticos o el bajo precio de los medicamentos en España.
Miguel Ángel Ayuso es farmacéutico, tiene una farmacia en la calle Salud de Madrid y conoce muy bien el problema. “Hay casos urgentes como la falta de medicamentos para trasplantes. Las causas del desabastecimiento en general son diversas; en primer lugar, hay razones económicas. Laboratorios de reconocido prestigio se están centrando en ciertas líneas de producción abandonando otras cadenas de producción en las que trabajan. En segundo lugar, hay problemas de principios activos que vienen de la India, o China, como es el Omeprazol o el Paracetamol. Incluso hay laboratorios de genéricos en los que un 15% de su catálogo no tienen principios activos para fabricarlos”.
Otro de los grandes problemas a los que se enfrentan los farmacéuticos, señala Ayuso, es que “ya no hay conexión con los médicos como había antes. Los farmacéuticos, ante la falta de un medicamento, buscamos sustitutos para los pacientes con la misma composición y vía de administración, pero con otro nombre y, si no hay, se llama al laboratorio y se pregunta. Si la falta del producto va para largo, se deriva al paciente al médico de cabecera de nuevo para que le dé otro medicamento; el problema es que el médico no sabe cuáles de esos productos podrían estar desabastecidos en farmacia, lo que complica todo”.
El presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Jesús Aguilar, lanza un mensaje de tranquilidad “en 9 de cada 10 ocasiones el farmacéutico puede sustituir los medicamentos por un medicamento igual; y lo podríamos solucionar aún más si se ampliasen las actuaciones extraordinarias del farmacéutico comunitario para evitar la interrupción de un tratamiento en situaciones excepcionales, como son las ocasionadas por problemas de suministro, y como se habilitó excepcionalmente con las amoxicilinas pediátricas”.
La Organización Farmacéutica Colegial ha lanzado una campaña para conectar a todas las farmacias y ayudar al paciente a localizar un medicamento en caso de urgencia a través de una herramienta llamada Farmahelp. Para esta primera fase de prueba, Farmahelp ha contado con cerca de 6.000 farmacias adheridas y ha permitido, en este testeo, localizar más de 3.000 medicamentos cada mes, garantizando así la continuidad de los tratamientos